Río de Janeiro, (EFE).- Una niña de siete años fue asesinada con 96 puñaladas por su madrastra "en un momento de ira", según relató a la policía de la ciudad brasileña de Curitiba.
Según las autoridades, Andréa de Freitas, de 27 años, asesinó a la menor Gabriela Moreira dos Santos antes de salir a trabajar como empleada doméstica y al regresar a casa, en la tarde, atribuyó la muerte a desconocidos, durante un asalto, luego De Freitas confesó el crimen a las autoridades.
La víctima residía con su padre, Valdecir, un tío y la madrastra en una humilde vivienda en un populoso barrio de Curitiba, la capital del estado sureño de Paraná.
Los dos hombres habían salido temprano a trabajar, antes del incidente que provocó la muerte de la niña.
Según la confesión a las autoridades, Andréa de Freitas, que está embarazada de ocho meses, agarró a la víctima y golpeó su cabeza varias veces contra el piso.
La pequeña perdió el sentido y fue arrastrada hasta un pequeño cuarto donde le propinó 96 cortes con un cuchillo, como según lo constató el Instituto de Medicina Legal de Curitiba.