Asfixia por compresión torácica fue la causa del fallecimiento del pequeño Cristóbal Armedariz Lozano, de escasos cinco años de edad luego que le cayó encima una estufa vieja que tenía arrumbada su familia.
Los hechos en donde este infante perdió la vida ocurrieron en el poblado Pedriceña, municipio de Cuencamé, cuando Cristóbal jugaba en una de las habitaciones de su domicilio, misma que la familia utilizaba tradicionalmente para guardar muebles viejos.
El pequeño, en uno de sus juegos que realizaba en esa habitación, movió la estufa de cuatro quemadores y se le vino encima, causándole las lesiones antes mencionadas, mismas que le cortaron la vida instantáneamente.
Tiempo después del accidente de Cristóbal en ese cuarto, el padre del menor, José María Armendáriz, de 38 años empezó a buscarlo y fue hasta el cuerto en donde a veces se metía el niño a jugar y fue grande su sorpresa cuando se dio cuenta que su hijo estaba debajo de la vieja estufa.
Con la urgencia que ameritaba el caso, el padre retiró el cacharro del cuerpo de su vástago y lo trasladó para que recibiera atención médica en la clínica familiar del lugar pero desgraciadamente ya nada se pudo hacer por el menor y tiempo después le confirmaron la muerte del infante.
El cuerpo del niño será objeto de la necropsia de rigor, en vista de que fueron violentas las circunstancias en que perdió la vida, aunque haya sido en forma accidental.
