Moscú, (EFE).- Al menos 29 personas, siete de ellas menores, murieron por comer setas venenosas (hongos frescos) en Rusia este verano, informó la Inspección Estatal de Bienestar Social.
"Las 29 muertes, entre las que se cuentan siete menores de edad, ocurrieron en once entes federados", subrayó un comunicado de la inspección citada por la agencia Interfax.
El documento añadió que al menos 295 personas, de ellas 35 menores, han sido hospitalizados por la misma causa.
Las intoxicaciones con setas ocurren por la imprudencia de la gente que no sabe distinguir entre las setas comestibles y las venenosas.
Cada año, a finales del verano, la mayoría de los rusos se vuelcan hacia los bosques en busca de setas, un producto que ocupa un lugar privilegiado en los platos tradicionales de la cocina nacional.