EFE
ISLAMABAD, PAKISTÁN.- Más de 630 personas han resultado muertas en Pakistán en la última semana debido a las lluvias torrenciales y a las copiosas nevadas que caen incesantemente sobre el suroeste y el norte del país, donde hay decenas de miles de desplazados y damnificados.
El encargado del socorro de la provincia Fronteriza Noroccidental, Ghulam Faruq, confirmó ayer a los periodistas que en ese territorio se ha confirmado la muerte debido a avalanchas de nieve de al menos 260 personas.
En esa provincia, muy montañosa y que se encuentra en la parte norte de la frontera con Afganistán, doce helicópteros han evacuado ya a sitios seguros a unas cinco mil personas y arrojado desde el aire ayuda a las poblaciones a las que no han podido acceder, agregó Faruq. Casi todas las carreteras de la región se encuentran bloqueadan por la nieve, por lo que el envío de ayuda por tierra se hace muy difícil.
También en el territorio himaláyico de Cachemira administrado por Pakistán hay numerosos cortes de carreteras por la nieve, que ha causado aludes que han alcanzado en esta última semana varias localidades, en las que han muerto más de 120 personas, según las autoridades.
En Baluchistán, la provincia más extensa del país, situada en el suroeste y en la que las lluvias no han dejado de caer en los últimos diez días, al menos 250 personas han muerto y los desaparecidos son cerca de dos mil, según el centro de socorro a los afectados formado en la capital, Qüeta. Desde el jueves pasado, tres presas se han derrumbado en la parte sur de esta provincia y, las riadas causadas por sus aguas, han arrastrado a cientos de personas, casas, ganado, puentes, tendidos eléctricos y telefónicos y kilómetros de carreteras.
Prácticamente toda la provincia está inundada y las aguas no dejan de caer, lo que también dificulta las labores de socorro, que llevan a cabo unos tres mil soldados y un millar de policías, con apoyo de vehículos terrestres, embarcaciones, helicópteros y aviones de transporte, que trasladan suministros y medios de alojamiento para los desplazados.
En algunas de las áreas del sur, donde la población está incomunicada y no dispone de agua potable, se han desplazado equipos sanitarios y distribuido medicamentos para prevenir epidemias. Ayer el Servicio Meteorológico paquistaní informó que durante los próximos tres o cuatro días, seguirán las fuertes nevadas en la provincia Fronteriza Noroccidental y el territorio de Cachemira.
Las lluvias seguirán siendo fuertes esporádicamente en algunas zonas de Baluchistán.
En los países vecinos, al menos 28 personas, entre ellas 13 militares, han muerto en la última semana por avalanchas en la zona de Cachemira bajo control de la India, donde las comunicaciones también son difíciles debido a la nieve en las carreteras.
En Afganistán, más de sesenta personas han muerto en los últimos siete días por avalanchas de nieve o enfermedades respiratorias causadas por el frío.
La tormenta de nieve que caía el pasado tres de febrero sobre el aeropuerto de Kabul y que mantenía limitada la visibilidad en toda la región, también fue, según portavoces oficiales, la causa más probable del choque de un avión de la compañía afgana Kam Air que se estrelló con una montaña cuando intentaba aterrizar y a consecuencia del que murieron los 104 ocupantes del aparato.