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ZAGAZIG, EGIPTO.- La Policía disparó ayer miércoles balas de goma y gases lacrimógenos para impedir que electores de la Hermandad Musulmana llegaran a los centros de votación en el último día de los comicios parlamentarios, efectuados en tres jornadas. Siete hombres y un niño de 14 años murieron a balazos.
Los simpatizantes de la proscrita Hermandad Musulmana repelieron el ataque a pedradas y lanzaron bombas incendiarias, y en algunos pueblos arrinconaron a las Fuerzas policiales.
En el último día de las elecciones parlamentarias, que se prolongó durante un mes y fueron consideradas como una prueba del compromiso del presidente Hosni Mubarak de hacer una apertura en el sistema político autocrático del país, se registró mayor violencia que en las jornadas previas.
Con el número de muertos de ayer miércoles el balance total fue de por lo menos diez, durante las tres rondas electorales, que comenzaron el nueve de noviembre.
Centenares de personas han sido heridas y más de mil han sido arrestadas, especialmente entre los fundamentalistas de la Hermandad, que estando proscrita presentó candidatos como independientes.
Resultados preliminares daban a la Hermandad por lo menos otros seis escaños más, aumentando su representatividad a por lo menos 79 al concluir la ronda final. Había perdido en tres lugares donde concluyó el conteo.
En El Arish, un pueblo norteño del Sinaí, un periodista dijo que la Policía impidió que los votantes de la Hermandad ingresaran a los centros electorales. Éstos repelieron el bloqueo lanzando piedras y bombas incendiarias, logrando arrinconar a la Policía en estrechas callejuelas de la ciudad mediterránea.
Cuando los refuerzos no lograron controlar a la multitud, la Policía huyó e indignados votantes provocaron desórdenes y destruyeron el local del gobernante Partido Nacional Democrático.
Simpatizantes del gobierno en Zagazig, a 80 kilómetros al noreste del Cairo, fueron transportados hasta los centros de votación en un vehículo blindado. Descendieron blandiendo machetes y empujaron a electores que trataban de abrirse paso a través de las barreras policiales hasta los centros de votación.
Un niño de 14 años, Mohammed Karam el Taher, murió cuando la Policía disparó a los manifestantes en Qattawiya, un pueblo del Delta del Nilo, en la provincia de El Sharqiya, cerca de Zagazig.
En la norteña ciudad de Damietta, Shaaban Abdu Ahmed Abu Arbaa y Al Said Hassan el Dighidi murieron después que la Policía lanzó gases lacrimógenos y disparó balas de goma contra la multitud congregada ante los centros de votación, dijo el doctor Mohammed Balboula, del Hospital Público de Damietta.
El Ministerio del Interior confirmó ambas muertes y acusó a la Hermandad Musulmana de instigar la violencia callejera en Damietta. La declaración indicó que la Policía nada tiene que ver con esas muertes porque los dos fueron víctimas a balazos y la Fuerza pública de Damietta no utilizó armas de fuego.
