La pérdida de un hijo menor de 18 años eleva el riesgo de desarrollar una crisis mental grave
BOSTON, (Reuters) .- La muerte de un niño no sólo puede causar una tristeza devastadora en los padres sino que posteriormente puede dar origen a enfermedades mentales, dijeron investigadores.
Un estudio de más de un millón de padres daneses mostró que la pérdida de un hijo menor de 18 años eleva el riesgo de desarrollar una crisis mental grave que requeriría de hospitalización en un 67 por ciento de los casos.
Este riesgo demora unos cinco años en amainar, reportaron los investigadores en la edición de esta semana del New England Journal of Medicine.
Las mujeres son las más vulnerables, según el estudio. La probabilidad de que terminen en un hospital psiquiátrico por primera vez aumenta en un 78 por ciento después de la muerte de un hijo.
Sin embargo, los padres que perdieron un hijo fueron un 38 por ciento más proclives a ser hospitalizados por enfermedades mentales.
Como el estudio no evaluó problemas mentales menos graves, los investigadores dijeron que sus hallazgos "subestimaron la tasa de incidencia general de enfermedades psiquiátricas" después de la muerte de un niño.
El equipo de investigación, dirigido por Jiong Li, de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, halló también que en los casos en los que padres perdieron a más de un hijo, el riesgo de ser hospitalizado por trastornos mentales fue más del doble entre los hombres y más del triple entre las mujeres.
Estos riesgos fueron muy elevados durante el primer año del suceso y se mantuvieron significativamente elevados cinco años, o más, después de la muerte de un hijo.
Estudios previos mostraron que perder a un padre durante la niñez o la pareja también eleva la probabilidad de desarrollar una enfermedad mental.