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QUITO, ECUADOR.- El grupo musical mexicano RBD cumple en Guayaquil la última de cuatro presentaciones en Ecuador, marcada por una masiva asistencia de público y la polémica sobre el significado social del conjunto.
Unas 30 mil personas, la mayoría niños y jóvenes, asistieron la víspera a las dos actuaciones del grupo, con un entusiasmo que se reflejó en las largas filas que formaron para ingresar al coliseo Rumiñahui, horas antes de que comenzara el espectáculo.
La concurrencia fue de tal magnitud, que en la primera de las presentaciones, las puertas externas del coliseo se abrieron una hora antes y la poca seguridad y organización ocasionaron tumultos, al momento de ingresar al espectáculo.
Ambas presentaciones tuvieron una tónica parecida. Al comenzar, los seis integrantes de RBD subieron al escenario cobijados con una bandera gigante del Ecuador para enseguida interpretar Rebelde, canción que lleva el nombre de la telenovela que les dio fama.
Después de saludar a los espectadores, Alfonso, Anahí, Christopher, Dulce María, Christian y Mayte dijeron sentirse felices de encontrarse en la mitad del mundo y tras agradecer la acogida cantaron Otro Día que Va, que fue coreada por los asistentes.
Una de las asistentes, Carolina Méndez, de 16 años de edad, dijo sentirse contenta de que su grupo favorito esté en el país, mientras su hermana Pamela no dejaba de gritar y lanzar osos de peluche al escenario.
Los mexicanos interpretaron Santa no Soy, Futuro ex Novio, Fuego, Tenerte y Quererte, Cuando Baja la Marea y un popurrí de canciones como Me he Enamorado de un Fan, Me Vale, Baile del Sapo, entre otros temas que los han hecho famosos en la región.
Pero cuando llegó Enseñame, se evidenciaron los problemas de sonido, porque antes de finalizar la canción, los micrófonos se apagaron, lo que impidió escuchar la voz de los cantantes, quienes lo disimularon haciendo participar al público.
Alfonso Herrera, integrante del grupo, apareció en el escenario y pidió disculpas diciendo que se fue la luz y que esos problemas técnicos podían pasar, mientras sus seguidoras lanzaban hasta prendas de ropa al escenario de ocho metros de alto y 48 luces robóticas.
La euforia de los concurrentes estalló cuando RDB interpretó Sálvame y con la luz de sus teléfonos celulares acompañaron y corearon la canción, respaldados por los más de 100 vatios de sonido habilitados para el concierto.
El diario El Universo dedicó una página de su suplemento de espectáculos a analizar el significado de RBD, y señaló que son la más reciente versión del ?marketing? televisivo para niños y adolescentes, dotada de una poderosa maquinaria publicitaria.
El sicólogo Fernando Larrea dijo al diario que tras la telenovela Rebelde, que ha hecho famosos a los integrantes del grupo mexicano está la búsqueda de modelos de comportamiento para niños y jóvenes.
Con series como Rebelde se está creando toda una generación de consumidores habituados a la ?superficialidad?, consideró elperiódico ecuatoriano.