Roma, (EFE).- Una mujer que se acababa de confesar autora del asesinato a cuchilladas de su hijo de cuatro años se arrojó por la ventana del primer piso de la comisaría de la localidad norteña italiana de Merano y resultó herida de gravedad.
Fuentes policiales informaron de que Christina Rainer, ama de casa de 39 años originaria de la región italiana de Alto Adige, fronteriza con Austria, llamó personalmente a los agentes tras cometer el crimen, que atribuyó a un momento de obnubilación.
La parricida confesa, que recibía en los últimos tiempos tratamiento psiquiátrico, según explicó su marido a la Policía, propinó al pequeño Julián una decena de puñaladas con un cuchillo de cocina, en presencia de otro hijo, de cinco años de edad.
Tras ser trasladada a comisaría, aprovechó un momento de distracción de sus vigilantes para lanzarse por una ventana del primer piso, lo que les produjo heridas graves que obligaron a trasladarla a un hospital cercano.