Chetumal (México), (EFE).- La riqueza de la antigua civilización maya se ha transformado en un importante recurso para el desarrollo del sur de México y Centroamérica, que han convertido los vestigios del pasado en elementos dinamizadores del turismo.
"El 'Mundo Maya' hay que venderlo como lo que es: arqueología y costumbres vivas de los mayas, y naturaleza", dijo a EFE el subsecretario de Desarrollo Turístico del estado mexicano de Quintana Roo, José Alberto Alonso.
Se tiene que incluir el concepto de naturaleza "porque en toda parte del 'Mundo Maya' hay una gran biodiversidad", agregó.
Formado por cuatro países centroamericanos (Belice, Honduras, Guatemala y El Salvador) y México, la ruta del "Mundo Maya" se levanta majestuosa como memoria del rico pasado mesoamericano y ofrece la oportunidad de reencontrarse con las ruinas escondidas durante siglos.
Lanzado en 1988 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el proyecto "Mundo Maya" establece una secuencia de oportunidades para los habitantes de estos enigmáticos lugares.
Los cinco países que participan en el proyecto comprenden un área total de unos 500 mil kilómetros cuadrados donde vivieron los indígenas mayas durante más de tres mil años (desde 2000 AC hasta el 1500 DC).
En México dos áreas arqueológicas figuran en el proyecto, la de Chaac Choben, también conocida como "Lugar del maíz colorado", e Ichcabal, una imponente ciudad cuyo descubrimiento revolucionará los estudios arqueológicos en el sur de la península de Yucatán.
Los mayas dominaban un lenguaje escrito, eran hábiles arquitectos, arriesgados comerciantes y talentosos artistas. Vivieron en una sociedad agrícola y tenían unas creencias religiosas bien desarrolladas y veneraban el cosmos.
Mantuvieron dinastías reales, con gobernantes que promovieron la construcción de los magníficos templos y centros ceremoniales que aún siguen en pie pese a que en su ocaso las ciudades monumentales se despoblaron y sus habitantes emigraron a otras tierras.
Alcanzaron su máximo esplendor en el período Clásico (250 AC al 1000 DC), cuando crearon algunas de sus más extraordinarias obras, como Palenque, en Chiapas (México), Tikal (Guatemala) y Copán (Honduras).
El proyecto "Mundo Maya" establece programas de interacción en donde el tema central es la milenaria cultura de los mayas.
El plan contiene inversiones en servicios comunitarios y acciones de manejo ambiental sustentable, con las que se pretende elevar el nivel de vida de la población, crear empleos y dar mayor dinamismo económico a la zona mediante el turismo.
Estos fundamentos exigen que cualquier proyecto esté debidamente planeado y que haya cooperación conjunta entre las autoridades, la industria turística y las comunidades.
En 1991 se eligió Guatemala como sede de la Organización "Mundo Maya" para coordinar las acciones de los cinco países y administrar la asistencia técnica dada por la entonces Comunidad Económica Europea y un presupuesto de un millón de dólares.
Aunque en 1993 los presidentes de los países del "Mundo Maya" visitaron los sitios arqueológicos de Palenque, Joya de Cerén (El Salvador), Altún-Há (Belice), Tikal y Copán, y firmaron la Declaración de Copán, ratificando su compromiso con el proyecto, el proceso se ha estancado.
El subsecretario Alonso explicó que en 2004 comenzó un proceso de reorientación que incluye hacer "reingeniería" de todo el concepto.
"El tema del 'Mundo Maya' está en que no puede funcionar cuando la dirigencia del programa se va cambiando cada dos años", añadió Alonso, quien lamentó que los cambios en los gobiernos hayan propiciado "unos vacíos impresionantes".
"El programa tiene que fijar un ancla en un país, que tiene que ser Guatemala por la posición que tiene. Ni debe ser México, ni Honduras, ni El Salvador. Tiene que ser Guatemala para poder realmente sacarle provecho al potencial que tiene por las tendencias del turismo", agregó.
Para Alonso las nuevas prioridades deben ser "mejorar la seguridad, el tránsito de personas, la calidad de los servicios e incorporar a las comunidades, que sean parte del turismo, y no que lo vean por detrás de la barrera".
Pese a todo, la región sigue ofreciendo admirables pirámides y vestigios que han sobrevivido el paso del tiempo, y templos que representan la más alta expresión artística de la cultura maya.