Londres (EFE).- Un estudio científico realizado entre 334 especies de murciélagos indica que los ejemplares con los testículos más grandes tienen también el cerebro más pequeño, según publica la revista "Proceedings of the royal society B: biological Letters".
La investigación, por expertos de la Universidad de Syracusa, en Nueva York (EU), explica que los machos no pueden generar grandes cantidades de ambas cosas porque ello requeriría mucha energía.
En su particular proceso evolutivo, los murciélagos deben escoger entre cerebro o esperma, afirman los científicos.
En muchas especies las hembras son muy promiscuas, por lo que la selección natural ha obligado a los machos a desarrollar testículos enormes para atraerlas.
En algunos casos, el tamaño de los genitales constituye el 8 por ciento de la masa corporal total, frente a la proporción del 0.02 al 0.75 por ciento que se encuentra en los monos.
Los científicos comprobaron que, en las especies cuyas hembras son especialmente promiscuas, los machos con los mayores testículos y el menor cerebro son los que más probabilidades tienen de atraer su atención y procrearse.
La elección entre genitales o cerebro se produce, según el equipo del doctor Scott Pitnick, porque en ambos casos se trata de "tejidos costosos".
"Como los cerebros relativamente grandes son metabólicamente costosos de desarrollar y de mantener, los cambios de tamaño pueden ir acompañados por transformaciones compensatorias en otros tejidos costosos", afirman en el artículo.
Los cerebros más diminutos se detectaron en las especies de murciélago cuyas hembras se aparean con promiscuidad y dentro de un sistema poliginándrico, en grupos con muchas hembras y machos donde se busca obtener el mayor número de copulaciones.
"En contraste, la promiscuidad masculina no tiene ningún impacto evolutiva en el tamaño del cerebro", apuntan los expertos.
Los científicos constataron que, en las especies monógamas de murciélago, los machos tienen los cerebros relativamente grandes.