La niña será bautizada con el nombre de Leonor.
EFE
MADRID, ESPAÑA.- La princesa de Asturias, Letizia Ortiz, esposa del heredero de la Corona española, dio a luz hoy una niña en un hospital de Madrid, según comunicó la Casa del Rey pasadas las 02:30 horas de la madrugada (01:30 GMT).
La primogénita de los príncipes será bautizada con el nombre de Leonor y es el séptimo nieto de los reyes de España; ocupará el segundo lugar en la línea de sucesión de la Corona española, tras su padre, Felipe de Borbón.
El nacimiento de la hija de los príncipes de Asturias se ha producido un día antes de que se cumpla el segundo aniversario del compromiso de Felipe de Borbón con Letizia Ortiz, quienes se casaron el 22 de mayo de 2004 en la catedral de la Almudena de Madrid.
El anuncio del nacimiento fue realizado mediante un mensaje telefónico, que se distribuyó a los periodistas que habitualmente realizan información sobre la Casa del Rey.
El texto del mensaje decía ?la princesa de Asturias acaba de dar a luz a una niña?.
La nueva infanta real nació en la Clínica Ruber Internacional de Madrid y en el parto estuvo presente el príncipe Felipe, según informó la Casa del Rey.
En otro comunicado hecho público tras el nacimiento, sus padres expresaron su ?gran satisfacción? y ?gran alegría ante este feliz acontecimiento?.
La nueva infanta nació seis horas y media después del ingreso de la princesa de Asturias en la clínica madrileña, a donde llegó acompañada de su esposo poco después de las 8:00 de la noche del domingo, hora local de España, en un vehículo con cristales tintados y entre importantes medidas de seguridad.
Según la Casa Real, tanto la hija como la madre se encuentran en perfecto estado.
En esta ocasión no se trató de una falsa alarma, como el pasado 18 de octubre cuando la princesa fue también ingresada en la misma clínica, en la que permaneció durante unas tres horas y fue sometida a un control médico, después de sentir contracciones a causa de su embarazo.
Posteriormente, las contracciones desaparecieron y, en consecuencia, el médico determinó que se encontraba ?perfectamente? y podía regresar a casa.
La princesa Letizia ha tenido a su primer hijo con 33 años, cumplidos el pasado mes de septiembre, mientras que el príncipe es padre primerizo con 37.
Su embarazo no impidió a la pareja mantener una agenda de trabajo en muchos momentos agotadora, con numerosos viajes por España y el extranjero, a países tan lejanos como Brasil, Suecia o Japón.
En Tokio, en su visita a los emperadores, la princesa lució en público su primer traje de maternidad y todavía zapatos de tacón alto, que, a medida que pasaban los meses, bajaron en muchos centímetros.
En este tiempo se ha podido ver a la princesa navegar en la bahía mediterránea de Palma junto a su esposo, que este verano no participó en la Copa del Rey de Vela para, según se dijo oficialmente, pasar más tiempo junto a ella.
También presidir actos e inauguraciones y, sentada en una silla, asistir el pasado 12 de octubre, junto al resto de la Familia Real, al desfile militar celebrado en Madrid con motivo de la Fiesta Nacional española, si bien no estuvo en la posterior recepción del Palacio Real.
Será la segunda en sucesión
La hija primogénita de los príncipes de Asturias y séptima nieta de los reyes, que nació hoy en Madrid, ocupará el segundo lugar en la línea de sucesión de la Corona de España, por detrás de su padre, Felipe de Borbón.
-Será la trigésimo sexta princesa de Asturias y la sexta mujer heredera de la Monarquía española, cuando su padre sea proclamado rey.
-Hasta entonces ostentará el título de infanta con tratamiento de Alteza Real, como el resto de hermanos o hermanas que pueda tener.
-Este nuevo miembro de la familia real española desplaza en la línea de sucesión a sus tías y primos, la infanta Elena, primogénita de los reyes, y sus hijos Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, y la infanta Cristina, y sus descendientes Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene, que retroceden un puesto.
-De momento, no importa que el primer descendiente de los príncipes de Asturias sea una niña, y tampoco pasaría nada si sus futuros hijos son también mujeres.
-El problema podría surgir si antes de que se reforme la Constitución española, que regula las cuestiones sucesorias, los príncipes tienen un hijo varón.
-La Carta Magna establece que ?la sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer y, en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos?.
-Sin embargo, el heredero de la Corona española debe ser príncipe o princesa de Asturias, título que en estos momentos ostenta el padre de la recién nacida, y no podrá haber nadie más con ese rango hasta que éste sea proclamado rey.
-De ahí que Juan Carlos I declarase el ocho de mayo, un día después de anunciarse oficialmente que los príncipes de Asturias esperaban su primer hijo para el mes de noviembre, que no había ninguna prisa por reformar la Constitución. Lo mismo y el mismo día decía Felipe de Borbón.
-La infanta, cuando sea princesa de Asturias, recibirá también los títulos de princesa de Viana y Gerona, duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer, vinculados a su condición de heredera de la Corona.
-Cuando ella sea reina, su esposo seguirá con el título de príncipe y el tratamiento de Alteza Real.
-La nueva infanta forma parte, junto a sus primos, los hijos de las infantas Elena y Cristina, de la undécima generación con derecho a la sucesión directa de la Casa de Borbón en España, una dinastía que se inició en 1700 con el reinado de Felipe V.
FUENTE: EFE
Terminan apuestas sobre el sexo
Con suma cautela, el cinco de septiembre el rey comentaba con un grupo de periodistas la audiencia que él y su esposa acababan de tener con Benedicto XVI en Castelgandolfo, durante la que el Papa les había preguntado por la ?criatura? que esperaban los príncipes de Asturias.
?Sí, criatura, porque no sabemos si será niño o niña?, puntualizaba Juan Carlos I al percatarse del gesto de asombro con que los informadores habían escuchado término tan impreciso.
Hasta hoy y desde que, el domingo ocho de mayo, la Casa del Rey informara oficialmente de que los príncipes de Asturias esperaban ?el nacimiento de su primer hijo para el próximo mes de noviembre?, las especulaciones -también las apuestas- sobre el sexo del primogénito no habían cesado.
Y ello a pesar de que los príncipes dijeron desde el primer momento que no deseaban conocer tan importante información, que les daba lo mismo, que no tenían preferencia, y que lo único que les preocupaba, como a cualquier pareja, era que todo saliera bien.
El resto de la Familia Real esgrimió los mismos argumentos cuando se les preguntaba -y fueron muchas las ocasiones- por ese dato que otros padres primerizos quieren conocer enseguida, y que en este caso tiene importantes consecuencias constitucionales e institucionales.
Bebé, criatura, ?lo que venga?... fueron términos empleados por la familia real para referirse durante meses a ese ?niño o niña?, decían entonces.
?Los niños están diciendo que esperan un primo o, bueno, una prima nueva?, dijo con una sonrisa el rey el mismo día en que se conoció la feliz noticia del embarazo.
Hasta los periodistas que siguen habitualmente las actividades de la familia real hicieron una quiniela sobre tan secreto detalle, con el resultado mayoritario a favor del nacimiento de un varón, que ha supuesto un estrepitoso fracaso.
Garantiza la continuidad dinástica
La primogénita de los príncipes de Asturias, infanta de España y Alteza Real desde su nacimiento hoy en Madrid, garantiza la continuidad dinástica y da estabilidad a la Corona y a la Monarquía parlamentaria, elegida por los españoles como forma de Estado en la Constitución de 1978.
Además de su trascendencia familiar y dinástica, la noticia del nacimiento de la primogénita de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz supone un acontecimiento de gran dimensión institucional.
Y es que el rey o la reina -y la recién nacida lo será algún día- es, según establece la Constitución, es ?símbolo de su unidad y permanencia?.
Esta niña constituye un eslabón más en la cadena que engarza a la dinastía Borbón con la historia española, una idea sobre la que advertía el príncipe de Asturias el siete de noviembre de 2003, pocos días después de anunciarse oficialmente su compromiso con la periodista Letizia Ortiz.
Se da la histórica circunstancia de que por vez primera en muchos años -más de un siglo- nace en España, en plena normalidad democrática y dentro de una monarquía parlamentaria, alguien llamado a ocupar el Trono de España.
