Londres, (EFE).- Las personas concebidas por fecundación artificial en el Reino Unido tendrán el derecho de conocer a sus padres biológicos una vez cumplan 18 años, gracias a la entrada en vigor de una ley que obliga a los donantes a identificarse.
Aquellos que decidan donar su esperma u óvulos ya no podrán permanecer en el anonimato como hasta ahora, una normativa que ha causado división en el seno de la comunidad científica.
Algunos expertos consideran que la obligación de identificarse disuadirá a partir de ahora a los ciudadanos a donar su esperma u óvulos.
Además, la Sociedad Británica de Fertilidad ha alertado de que las parejas que quieran concebir a partir de la fecundación in vitro y que no deseen que sus hijos conozcan a sus padres biológicos optarán por clínicas ilegales o viajarán a otros países con legislaciones menos estrictas.
En el Reino Unido, unos siete mil pacientes anuales se someten a esta técnica y como resultado nacen unos dos mil niños.
Los médicos estiman que son necesarios 500 donantes de esperma y mil 500 de óvulos al año para satisfacer los deseos de las personas que no pueden concebir de forma natural y acortar así las largas listas de espera.
Con la nueva legislación, los niños nacidos por fecundación in vitro tendrán la posibilidad de seguir el rastro de sus padres biológicos, de la misma forma que los niños adoptados.
Sin embargo, los donantes tienen prohibido ponerse en contacto con sus hijos.
El secretario de Estado de Sanidad, Stephen Laydman, defendió la normativa porque "es positivo que las personas concebidas de esta forma puedan conocer sus orígenes genéticos".
