Personal inconforme por promesas de aumento que no les han cumplido
Por la compleja problemática que enfrenta el Centro de Readaptación Social No.1, los mismos internos lo consideran una ?Bomba de tiempo? que no ha sido atendida por las autoridades estatales.
Continúan las anomalías en el Centro de Readaptación Social No. 1, luego de que las declaraciones, tanto de internos como de custodios y hasta personal administrativo, coinciden en que el centro penitenciario guarda muchos casos oscuros de los que probablemente no están enterados el director del penal, Oliverio Reza Cuéllar; Juan Francisco Vázquez Novoa, secretario de Seguridad pública, ni el mismo gobernador del estado, Ismael Hernández Deras.
Se denuncia tráfico de influencias, consumo de drogas en el interior del penal, abusos sobre visitantes, internos y custodios, además de percibirse un precario sistema de seguridad y readaptación, agregaron.
Entre las declaraciones que ha recogido este medio de comunicación, la mayoría del personal de dicha institución coincide en un punto clave: el aumento de sueldo que no ha llegado desde hace más de tres años, el cual ha sido prometido por lo menos desde que se inició la nueva administración.
Otro punto es la falta de capacitación a los custodios, pues desde el 2001 no se les ha atendido en este renglón, siendo indispensable tener la preparación idónea para realizar un trabajo de riesgo, como se lleva a cabo en otros estados, contemplando instrucción básica en derechos humanos, derecho penal, relaciones públicas, acondicionamiento físico, defensa personal y más estrategias que se aplican para resolver casos de amotinamiento.
A finales del año pasado, se suspendieron los bonos que recibían algunos empleados por productividad por parte del Director del penal, argumentando que ya iba a llegar el aumento general y la homologación de sueldo, lo que hasta este momento no ha sucedido.
En enero, se dictaminó, por parte de la Dirección de Prevención y Readaptación Social del Estado, suspender por tiempo indefinido al personal de vigilancia, los periodos de vacaciones y permisos, con el fin de extremar medidas a raíz de los hechos registrados en diferentes ceresos del país. Pero los custodios no recibieron remuneración alguna.
En febrero, luego de las declaraciones del diputado del Partido Acción Nacional Juan Carlos Gutiérrez Fragoso, en cuanto a que en el interior del Cereso existían grupos de poder y consumo de droga, el Director del penal negó que hubiera privilegios para presos, aunque la mayoría de los custodios se enteraron de que algunos reos tenían escondidas algunas botellas de vino.
Sin embargo, admitió que si se da el consumo de enervante, pues señaló que el 30 por ciento de los internos son adictos e indicó que durante su administración se habían puesto a disposición del Ministerio Público a 14 reos por haber sido sorprendidos consumiendo droga y a un custodio introduciendo bebidas embriagantes.
En mayo, en el marco de la visita del cardenal Norberto Rivera Carrera al Cereso, reporteros de El Siglo de Durango fueron testigos de la negativa de acceso a algunos empleados del citado centro, por órdenes del jefe de Seguridad y Vigilancia, Jaime Reséndiz, quien a final de cuentas permitió el ingreso a un trabajador, al percatarse de la presencia de varios medios de comunicación.
En aquella ocasión, ni el Director del Cereso, ni el Secretario de Seguridad Pública estaban enterados de la consigna contra empleados de evitar la entrada para realizar sus labores; al parecer, el único que sabía era el jefe de Seguridad y Vigilancia.
Durante el evento religioso, se cuestionó a varios empleados del penal, donde declararon que desde hacía mucho les habían prometido un aumento de sueldo y no había llegado; posteriormente, les ofrecieron un bono de productividad y tampoco se les proporcionó, logrando con eso una desánimo del personal y por ende el inicio de problemas internos.
El 6 de junio, se inconformaron más de 50 custodios y personal administrativo del Cereso en las oficinas de la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado, para exigir un bono económico que les habían prometido y no llegó.
Durante ese tiempo, el estado anímico del personal estaba por los suelos, pues a decir de ellos mismos las promesas de obtener un bono económico extra les habían llegado, primero, del Director; posteriormente, del secretario de Seguridad Pública, y en esta ocasión se las hacía el Subsecretario de Finanzas; ?están jugando con nosotros, trabajamos más y no nos cumplen?, aseguraban los custodios.
El 8 de junio, reciben el bono de productividad, pero no les entregan completo el millón y medio de pesos que les iban a repartir en cuatro etapas durante el año; siguió la inconformidad por parte de lo empleados, hubo cheques que llegaron por 190 pesos, cuando se les había planteado una cantidad más elevada. Además se impidió de nueva cuanta el acceso a otro empleado del Cereso, precisamente al que había encabezado la manifestación en el Palacio de Gobierno algunos días atrás.
El 23 de junio, resultan lesionados más de 20 internos a manos de la misma cantidad de custodios; algunos tuvieron que ser atendidos en la clínica del mismo centro, debido a las contusiones y descalabros.
Acude la Comisión de Derechos Humanos al Cereso para investigar la situación y al platicar con el Director de la institución y el jefe de Seguridad y Vigilancia, culpan a un subjefe, de nombre Onésimo, provocando que los custodios se exalten, pues según ellos las órdenes las dio Jaime Reséndiz y no asumió su responsabilidad.
A raíz de lo sucedido, varios custodios e internos se deciden a hablar y delatar a Jaime Reséndiz, jefe de Seguridad y Vigilancia, como abusivo y prepotente, asegurando que de los casi 200 custodios que trabajan en el Cereso, más del 80 por ciento está en contra de la forma de actuar de él, pues no acepta las incapacidades que le llevan sus subalternos, les impone castigos de más de 90 horas sin salir del penal y se han enterado de varios casos en donde la falta de respeto a los visitantes y a personal administrativo se ha hecho presente por parte del mencionado.
Además lo acusaron de hostigamiento, tanto a visitantes como al personal femenino y otorgar privilegios a algunos internos, al igual que el subjefe de Seguridad, Roberto Rodríguez Carranza.
El 17 de julio, el jefe de Seguridad y Vigilancia, al ser señalado como el responsable directo de las agresiones a 20 internos del Cereso, dijo que la investigación se está llevando en la Dirección de Averiguaciones Previas, y que él no tiene nada qué decir.
Sin embargo, algunos custodios tienen en su poder informes por escrito en donde indican que Reséndiz sí estaba enterado de lo que sucedió el 23 de junio en el interior del Cereso.
Por ahora, gran cantidad de custodios están siendo llamados a declarar ante la DAP, para solucionar el caso y detectar si los tres vigilantes que se encuentran separados por el momento de su cargo son los verdaderos culpables o si existe alguien más.
Mientras, los internos y custodios se siguen quejando del mal trato del jefe de Seguridad y Vigilancia, haciendo denuncias públicas ante los medios de comunicación .
Cronología
Anomalías en el Cereso
Empleados comparan al penal con una bomba de tiempo
.-Diciembre de 2004 Suspenden bonos de productividad a empleados, argumentando que tendrán aumento general de salario, sin que éste haya llegado hasta ahora.
.-22 de enero 2005 La Dirección de Prevención y Readaptación Social del Estado informa que se suspenden por tiempo indefinido al personal de vigilancia los periodos de vacaciones y permisos, para extremar medidas de seguridad, sin que los custodios reciban remuneración a cambio.
.-9 de febrero 2005 Admite el Director del penal el consumo de drogas en el interior de la institución, a raíz de los señalamientos que hace un diputado de la existencia de grupos de poder en el Cereso.
.-9 de mayo de 2005 El jefe de Seguridad y Vigilancia impide el acceso al penal a personal del mismo, sin autorización del Director ni del Secretario de Seguridad Pública. Además, declaran empleados del centro penitenciario que les prometieron un bono económico desde varios meses atrás y no les han cumplido. Se quejan de poca atención y falta de un programa de capacitación.
.-6 de junio de 2005 Realizan un plantón más de 50 empleados del Cereso en la Secretaría de Finanzas del Estado, exigiendo la compensación que les habían prometido tanto el Director del penal, el titular de la SSP y el mismo Subdirector de Finanzas.
.-8 de junio de 2005 Les entregan el bono económico, pero incompleto, del millón y medio de pesos que se les daría durante el año, en tres partes; no se los distribuyeron como se les había explicado. Se mantiene la inconformidad.
.-23 de junio de 2005 Son lesionados más de 20 internos a manos de los custodios cuando se encontraban en C4 ?zona de castigo-; al parecer algunos estaban haciendo destrozos, pero todos fueron sometidos a golpes, declaran los presos.
.-24 de junio de 2005 Acude la Comisión de Derechos Humanos para tomar cartas en el asunto; el Director y el jefe de Seguridad y Vigilancia se deslindan. Culpan a un subjefe, provocando que se haga una investigación externa por parte de la DAP, y se suspende a tres vigilantes indefinidamente de su cargo.
.-16 de julio de 2005 Señalan al jefe de Seguridad y Vigilancia como responsable directo de las agresiones que sufrieron los internos, pues los custodios aseguran que nadie hace nada por iniciativa propia, todo es por la orden de Reséndiz. Además lo acusan de abusivo con presos, celadores, visitantes y personal administrativo, principalmente femenino.
.-18 de julio de 2005 El jefe de Seguridad y Vigilancia se rehúsa a hablar; argumenta que la investigación se está llevando en la DAP y que él no tiene nada qué decir.
.-20 de julio de 2005 La DAP envía un citatorio a todos los custodios que fueron testigos o de alguna manera tuvieron conocimiento de la agresión a los internos, para determinar la responsabilidad de los tres vigilantes suspendidos o la culpabilidad de otras personas.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.
