MÉXICO, DF.- La Nascar Busch hizo un largo viaje a la capital mexicana, pero no en balde. Recorrer miles de kilómetros desde Fontana, California, sede de su última fecha, no iba a ser solamente una buena obra en pro de los aficionados mexicanos.
La maquinaria de hacer billetes de inmediato se puso a trabajar y lanzó su publicidad en versión mexicana o bien de inmediato consiguió patrocinadores locales para tapizar de calcomanías sus ya saturados autos.
No sólo los pilotos mexicanos anuncian publicidad en español en sus bólidos, sino también algunos estadounidenses, como Kevin Harvick, líder del campeonato con 340 puntos, después de carreras disputadas en Daytona y Fontana.
El auto número 21 anuncia el "pelón pelo rico", un dulce de tamarindo muy popular entre los niños. Jason Keller porta la bandera en la parte trasera de su coche y el slogan de su patrocinador, la cadena de hamburguesas más famosa del mundo, está en español.
Mismo caso el de Clint Bowyer y su auto marcado con el número dos, patrocinado por una distribuidora de refacciones, mientras el 90 de Elliot Sadler se aventó la hazaña de lograr lo que los pilotos mexicanos no pueden: ser apoyados por Banamex.
El auto número cinco de Adrián Fernández fue algo decepcionante.
Del modelo original presentado hace unas semanas en Daytona, se suprimieron las banderas de México y Estados Unidos entrelazadas de la parte trasera y la bandera tricolor de los costados quedó sin el escudo.
También hubo quien se tuvo que rascar con sus propias uñas en el viaje a la capital mexicana. Tal fue el caso del californiano Todd Souza, cuyo coche, excepto los patrocinadores oficiales de Nascar, está completamente en blanco.
