WASHINGTON, DC.- El comisionado de la NFL, Paul Tagliabue y diez testigos más relacionados con el futbol americano, se presentaron ayer ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos, como parte de una investigación gubernamental sobre el uso de sustancias prohibidas en el deporte profesional.
Tagliabue defendió ayer a "capa y espada" la política antidopaje de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL), calificada como "dura, pero no perfecta" e incluso como "débil" por algunos de los representantes.
Aunque el republicano Tom Davis, representante por Virginia, elogió la disponibilidad de la NFL, en comparación con la Liga Mayor de Beisbol (MLB), también señaló que todas las ligas deportivas deben estar concientes de que "sus programas de pruebas necesitan mejorar".
En cuanto a los cuatro juegos de castigo para cualquier jugador que resulte positivo en una prueba antidopaje, el independiente Bernie Sanders (Vermont) aseguró que "algunas personas podrían pensar que es una política muy débil".
Previo a los múltiples cuestionamientos, Tagliabue aseguró, en el testimonio que tenía preparado por escrito, que el programa de sanciones de la NFL es uno de los más estrictos de los deportes profesionales en Estados Unidos.
Indicó que una suspensión de cuatro encuentros representa la cuarta parte de la temporada regular de la Liga, lo cual repercute de forma directa en el salario del jugador, quien además perderá todos los bonos por desempeño que estipule su contrato.
Durante su comparecencia, el dirigente reseñó la larga lucha de su organización en contra del dopaje, la cual se remonta a principios de la década de los 80, por iniciativa del entonces comisionado Pete Rozelle.
Asimismo, describió a grandes rasgos la política antidopaje de la liga, la cual, aseguró, busca mantener sus estándares al mismo nivel que los establecidos por la Agencia Mundial Antodopaje (AMA) y los de su homóloga estadounidense (USADA, por su sigla en inglés).
También habló de la estrecha colaboración entre la liga y la Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA), al decir que "juntos, tratamos de mantener fuertes políticas y programas para manejar las cuestiones científicas, médicas, éticas y legales" que plantea el uso de sustancias dopanted.
Al respecto, el jefe ejecutivo de la NFLPA, Gene Upshaw, admitió que "hay muchos aspectos en los que la dirigencia y el sindicato están en desacuerdo... pero hay un consenso absoluto en esto: los esteroides y otras sustancias dopantes no tienen lugar en nuestro juego o en ningún deporte".
Cabe recordar que la política antidopaje de la NFL ha estado bajo escrutinio en las últimas semanas debido a un reporte televisivo en que se aseguraba que un doctor en Carolina del Sur prescribió esteroides a tres jugadores de Panteras de Carolina hace dos años.