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LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Nicole Kidman entra en la sala y todos los presentes guardan silencio. Con un traje azul índigo que hace juego con sus ojos azul cielo, que a veces parecen estar en un día soleado y otros en tormenta, la actriz australiana provoca una sensación de respeto.
Esta mujer delgada de 1.80 metros de estatura y piel pulcramente blanca se convirtió ahora en una intérprete de las Naciones Unidas, para la película que dirigió Sydney Pollack. Kidman se muestra tal cual es: desinhibida aunque mesurada y sobre todo, una mujer que no por ostentar el título de la mujer australiana menor de 40 años más rica de Australia, deja de ser de carne y hueso como cualquiera.
"Por supuesto que hay cosas que ambiciono, no necesariamente en mi trabajo pero claro que hay muchas cosas que quiero hacer. Y cuando algunas personas me preguntan si quiero tener un bebé, les digo que sí, claro", dice ante una pregunta personal de un reportero, a la que no pensaba responder.
En su encuentro con prensa internacional en Los Ángeles para promocionar su más reciente filme que comparte con Sean Penn, La Intérprete, del director Sydney Pollack, el cual se estrena el próximo viernes en México y Estados Unidos, la actriz ganadora de un Oscar demuestra que después de todo, "espero las preguntas personales y aunque no pensaba responderlas, estoy aquí sin ningún problema".
Después de bromear acerca del atuendo que trae al referir que era un vestido de maternidad, Kidman comienza a descifrar parte de su mundo comentando que para realizar ese anhelo por ejemplo, tendría que encontrar a una persona "compasiva y que siempre esté a mi lado".
Sin molestarse en ningún momento, antes bien con actitud amable, explicó que para lograr esto aún siendo una persona famosa, tendría que estar acompañada por alguien que confíe en sí mismo y sea fuerte, y sin temor alguno se refirió a su ex esposo, el también celebérrimo Tom Cruise, para ejemplificar. "Tom era muy protector y ambos teníamos una relación muy fuerte en la que protegíamos nuestra vida privada, las cosas que nos involucraban a ambos", recordó.
Pero esa época de estar a la defensiva ha dejado paso a una Kidman sin preocupaciones, que lo mismo se quita los zapatos para desfilar por una alfombra roja frente a cientos de fotógrafos en Cannes, que mientras espera el elevador que la conducirá a su habitación del hotel exclusivo en el que realizó la rueda de prensa.
En su momento y mientras comentó las peculiaridades de Silvia Broome, su personaje en La Intérprete, thriller político donde encarna a una traductora de las Naciones Unidas, experta en cultura africana, que por accidente escucha cómo alguien organiza un complot contra el presidente de un país de aquel continente, Kidman expresa su clara intención de seguir disfrutando su vida personal por encima del trabajo.
Y por ello recuerda que así como en su juventud temprana fue activista junto a su hermana Antonia, gracias a su madre feminista y su padre bioquímico impulsor de la investigación sobre el cáncer de mama, en el presente se ha involucrado directamente con tres causas.
"La UNICEF -Fondo de Naciones Unidas para la Ayuda a la Infancia- es una de ellas. Además me apasiona todo lo relacionado con la salud de las mujeres y los niños; también me gustaría poder brindar mejores oportunidades a quienes viven en países en vías de desarrollo, y por supuesto, la lucha contra el cáncer pues mi madre sufrió de cáncer de mama", recuerda al tiempo que asegura que es suficiente atender estas causas sociales, pues a pesar de que podría prestar su nombre para muchas otras, no se comprometería por falta de tiempo.
NOTA REL
Desesperada por tener un hijo
La maternidad vuelve a llamar a la puerta de Nicole Kidman. La actriz, divorciada de Tom Cruise, ha reconocido que está desesperada por tener un hijo. Sin embargo, la falta de pareja -se la relaciona con el millonario Steve Bing aunque ella lo ha negado- le impide cumplir su sueño de dar a luz un retoño por amor.
“Me encantaría tener un bebé, aunque también desearía tener un compañero. Me gustaría ser muy feliz con alguien y tener un hijo juntos”, ha dicho Kidman durante su viaje Australia, donde ha estado presentando su último filme. Según ha reconocido en una entrevista para la televisión de su país natal, su cuerpo le pide tener un hijo. A sus 37 años, la edad se convertirá poco a poco en un problema.
Kidman cuenta con dos hijos, Isabella y Connor, a los que adoptó durante su matrimonio con Tom Cruise. Desde su divorcio, pocos han sido los hombres que han pasado por su vida. Mantuvo un fugaz romance con Lenny Kravitz, aunque nunca se confirmó su relación.
Desde hace unos meses ha sido vista con frecuencia con Steve Bing, un millonario norteamericano que tiene un hijo con la modelo Liz Hurley. Sin embargo, Kidman ha negado que sea su novio, así que deberá seguir buscando al hombre perfecto.
