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Niega Scilingo participar en 'vuelos de la muerte'

Rechaza el ex militar argentino participar en los vuelos en los que oficiales lanzaban al mar a presos de la dictadura para desaparecerlos.

Madrid, (Notimex).- El ex militar argentino Adolfo Scilingo negó hoy aquí haber participado en los "vuelos de la muerte" y en torturas contra detenidos, al explicar que se inculpó para que se investigaran los crímenes cometidos durante la dictadura.

"Dije un montón de disparates, con la idea de que se investigara", dijo Scilingo en la segunda jornada del juicio en Madrid en su contra por los delitos de genocidio, torturas y terrorismo, cometidos durante la dictadura militar (1976-1983).

El ex capitán de corbeta de la Armada argentina manifestó esta tarde su interés en que todo lo sucedido "salga a la luz de una vez por todas", tras lamentar que aún no se haya investigado nada de lo que declaró tanto en Argentina como en España.

Durante el juicio "se van a descubrir un montón de cosas, va a ser un bombazo", apuntó tras recordar que durante su comparecencia ante el juez español Baltasar Garzón en octubre de 1997, cuando se inculpó, se puso nervioso.

Scilingo, quien se entregó de manera voluntaria a la justicia española en 2001, dijo que pensó que tras su testimonio se solicitaría el de otros militares, al tiempo que negó su participación en actos de tortura contra los prisioneros de la ESMA.

La Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires fue utilizada durante la dictadura en Argentina como centro de detención y tortura por parte del gobierno militar.

En un cambio radical de estrategia, después de que el viernes pasado permaneció en silencio y con los ojos cerrados durante la primera sesión del juicio en la Audiencia Nacional, el ex militar negó su participación en los llamados "vuelos de la muerte".

Los vuelos de los que se le acusa se registraron en los primeros 15 días de junio y agosto de 1977, fechas en que -explicó- estaba internado en el Hospital Naval de Buenos Aires y disfrutaba de vacaciones con su familia, de manera respectiva.

Tras negar que fuera un genio de la ESMA, sino sólo jefe de electricidad, aseguró que las dudas quedarían despejadas cuando presenten los informes del nosocomio y de ese centro, que demuestran la veracidad de sus declaraciones.

En octubre de 1997, Scilingo -quien en 1995 contó a un diario argentino lo sucedido en la ESMA- aceptó ante Garzón haber formado parte de los llamados "vuelos de la muerte", en los que oficiales lanzaban al mar a presos de la dictadura para desaparecerlos.

Además, señaló que aún siendo oficial intentó que superiores militares hablaran públicamente sobre los desaparecidos de la dictadura, un tema que le parecía "aberrante".

El ex capitán de corbeta admitió la existencia dentro de la ESMA, a la que ingresó en febrero de 1977 y no en diciembre de 1976 -como señala la acusación- de grupos que luchaban contra el terrorismo en forma secreta.

Sin embargo, aseguró que mientras formó parte de esa institución nunca pensó "que ocurriera nada ilegal", a pesar de que en una ocasión vio a una mujer embarazada en la ESMA, algo que -dijo- reportó a sus superiores.

Scilingo criticó que el ex almirante Emilio Eduardo Massera, a quien dijo que le gustaría enfrentarse a un careo, y el ex dictador Jorge Rafael Videla no hayan asumido su responsabilidad.

El ex militar llegó este lunes a la sala de la Audiencia Nacional por su propio pie, después de que el viernes pasado permaneció inmóvil en una silla de ruedas con el rostro cubierto con una chamarra café oscuro.

Antes de declarar, el acusado expresó su preocupación por las amenazas que ha recibido de la Armada argentina y pidió al tribunal protección para su familia, tanto la que reside en España como en Argentina.

Dijo que respondería a todas las preguntas y explicó que su intención siempre ha sido colaborar con la justicia, a pesar de que la primera sesión guardó silencio por su débil estado de salud por la huelga de hambre que mantiene desde el 9 de diciembre pasado.

Antes de iniciar la sesión, los forenses de la Audiencia Nacional quisieron revisar el estado de salud del acusado, pero éste señaló que se encontraba bien, por lo que no fue necesario.

Los forenses indicaron que el ex militar estaba "tranquilo, orientado y en condiciones de declarar", mientras Scilingo consideró que no tendría problemas y agregó que si se sentía mareado lo diría.

Tras escuchar a los forenses y a Scilingo, el presidente del tribunal, Fernando García Nicolás, se vio obligado a aplazar para la tarde la continuación de la vista, pues carecía en ese momento de una sala adecuada para llevar a cabo la sesión.

A lo largo del juicio, que se prevé durará entre 45 y 60 días, declararán más de 140 testigos, de los cuales 90 de ellos lo harán por videoconferencia desde la sede del Poder Judicial de Argentina.

Las acusaciones piden seis mil 626 años de prisión por los delitos cometidos acumulados por Scilingo, aún cuando la reforma del Código Penal de 2003 establece que se cumplirían 30 años de cárcel.

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