Médicos veterinarios certifican la salud de animales sacrificados en rastros locales
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango
Durango está libre de productos cárnicos provenientes de rastros clandestinos, asevera Alfonso García Villanueva, director de Regulación Sanitaria de los Servicios de Salud Durango (SSD); no obstante, el decomiso de vísceras en los mataderos de ganado es cotidiano.
?Con relación a la movilización de productos cárnicos, sí tenemos irregularidades y de hecho tenemos decomisos diarios, tenemos personal de Verificación Sanitaria en los dos rastros de nuestra ciudad: el tipo TIF y el de la empacadora Durango?, dice.
En cada establecimiento tienen dos médicos veterinarios, mismos que verifican el animal antes de ser sacrificado, así como la denominada faena. ?Examinan la parte interna de la bestia, una vez como ya se va a expender en las carnicerías. Así se decomisan diario vísceras, hígados, glándulas mamarias, se hacen muestreos en todos los animales sospechosos de tuberculosis o brucelosis bovina?, añade.
Durante el año 2004 se detectaron varias piezas que no eran aptas para el consumo humano, las cuales fueron inmovilizadas. Acota que en el primer trimestre del 2005, han tenido el conocimiento de dos animales que resultaron con anomalías; por lo tanto, no fueron comercializados.
Explica que el traslado de la carne es competencia del Municipio, pero asevera que a través de los veterinarios de los SSD otorgan orientación sanitaria a los encargados de este movimiento del producto para que adopten las condiciones higiénicas pertinentes.
Debido a que Regulación Sanitaria tiene la responsabilidad de supervisar el buen estado de los alimentos ofrecidos en el mercado para el consumo de los habitantes, expresa que, a la fecha, en los diferentes negocios de venta de comida no han detectado carne que sea de otras especies tales como de caninos o felinos.
Abunda que en el caso de la carne de equino, puede ser vendida siempre y cuando los comerciantes informen a sus clientes su origen, es decir, que nos los engañen. ?Hasta ahorita nadie me ha hecho una denuncia al respecto, pero estamos para hacer las investigaciones?, señala.
Aunque en otras partes del país se ha hablado sobre la existencia de rastros clandestinos, en la entidad no se tiene esta problemática, afirma el funcionario estatal.
?Estamos en la evaluación de los riesgos que representan los rastros y no tenemos, así como tal, clandestinos. Tenemos mataderos en algunas localidades pequeñas en el estado, pero todos deben tener a cargo un médico veterinario?, comenta.
Subraya que la mejor forma de detectar anomalías es mediante la intervención ciudadana a través de sus denuncias; por lo tanto, hizo un exhorto a que se acerquen con las autoridades sanitarias si tienen conocimiento de alguna situación de esta índole.
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CICLO
Concluyó de manera oficial el Programa de Temporada Invernal 2004-2005 que comprende el último trimestre del año anterior y el primero de éste. Por lo que hace a la mortalidad, se asentaron tres defunciones durante este periodo de seis meses en temporada invernal, siendo dos de ellas por inhalación prolongada de monóxido de carbono y una más por quemadura por contacto directo con elementos incandescentes.
El reporte parcial que se tiene en el renglón de la casuística se asienta en 37 casos de personas atendidas en diversas instituciones del Sector Salud, que afortunadamente sólo sufrieron síntomas moderados de envenenamiento en 32 de ellas y cinco que requirieron atención médica por quemaduras en diversos grados.
Así lo notificó José Ramón Enríquez Herrera, secretario de Salud y director general de los Servicios de Salud de Durango, quien dice que no obstante que la cultura del autocuidado de la salud entre la población es una realidad, los descuidos y los inadecuados manejos en anafres y calentones de carbón o leña han ocasionado situaciones de fatalidad que si bien el número de defunciones es relativamente bajo, sí es un hecho lamentable que lesiona a las familias involucradas y lo mismo a la sociedad en general.
Agrega también que con la coordinación con el Consejo Estatal de Protección Civil y gobiernos municipales, se albergó en refugios temporales a 94 personas para protegerlas de las inclemencias del tiempo, sobre todo en los municipios de Durango, Gómez Palacio y Lerdo y, de alguna manera, se evitó una posible eventualidad donde se pusiera en riesgo la salud o la vida de una persona.