Reuters
WASHINGTON, EU.- Las autoridades chinas notificaron que no acudirán a las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial en Washington la semana próxima, informó el martes un funcionario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Aunque podrían asistir algunos funcionarios chinos de menor nivel, la decisión implica que las figuras importantes de China no estarán disponibles para conversar con los miembros del Grupo de los Siete, que reúne a las naciones más ricas del mundo.
Esas conversaciones podrían haberse centrado en la política cambiaria de China y en otros temas candentes del momento.
“Funcionarios chinos han comunicado al Departamento del Tesoro que no vendrán a Washington para las reuniones de primavera (boreal)”, dijo el portavoz del departamento, Rob Nichols.
No se produjo una explicación inmediata de las razones por las que China no enviará funcionarios de alto nivel, especialmente dado que la sesión de los ministros de Finanzas del G7 es una oportunidad para elevar el perfil del país como autoridad en la política mundial.
El FMI y el Banco Mundial se reúnen dos veces al año, en la primavera y en el otoño, y los ministros de Finanzas del G7 mantienen encuentros propios en ocasión de dichas reuniones de los organismos crediticios internacionales.
En otoño pasado, el gobernador del Banco de China, Zhou Xiaochuan, y el ministro de Finanzas chino, Jin Renquing, se unieron a las conversaciones de los ministros del G7, donde enfrentaron presiones para que modificaran la política de cambio fijo de la moneda china, el yuan, frente al dólar, que se sitúa en 8,28 dólares.
En aquella ocasión y luego en repetidas ocasiones, China ha dicho que tiene la intención de ir hacia una mayor flexibilidad de tipo de cambio pero primero tiene que engrasar su infraestructura bancaria y financiera.
Otras naciones se quejan de que el tipo de cambio fijo del yuan le da una ventaja injusta a través de los precios más bajos en los que puede vender sus productos en los grandes mercados mundiales, especialmente en Estados Unidos.
El G7 incluye a Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. Se había especulado que China, dada su potencia económica, sería invitada un día a unirse al grupo, pero Pekín ha indicado que no tiene prisa en hacerlo.
“No tenemos planes inmediatos de unirnos al G7”, dijo Renqing tras la reunión de otoño.
Tras dichas reuniones, los ministros del G7 emiten un comunicado en el que resumen su valoración de las condiciones económicas mundiales y pueden comprometerse a direcciones específicas de política económica.
Baja actividad industrial
El Banco de Chicago de la Reserva Federal informó ayer que su índice sobre la actividad industrial en el centro de Estados Unidos subió en febrero, impulsado por un gran incremento en la producción regional de automóviles.
El índice llegó a 120 desde una cifra rectificada de 118.3 en enero, que fue originalmente reportada en 118.4.
Comparado con hace un año, la producción del centro estadounidense se incrementó 3.3 por ciento, por debajo del 4.8 por ciento nacional.
La producción del sector automotriz saltó 3.9 por ciento tras una caída de 1.8 por ciento en enero y, en el año, registró un avance de 1.4 por ciento.
La producción en el sector de recursos se incrementó en 0.7 por ciento con subidas en la producción alimentaria y de productos químicos que compensaron los descensos en la producción maderera, papelera y de minerales no metálicos.
La producción de acero en la región fue firme en febrero tras haber subido uno por ciento en enero, al tiempo que la producción de maquinaria cayó 0.2 por ciento en el mes.
La producción de maquinaria del centro estuvo cinco por ciento sobre la del año pasado, bien por debajo del incremento nacional del 14.9 por ciento.
El índice Industrial del Centro de la Fed de Chicago es una estimación de la producción manufacturera de la región por parte de las principales industrias.
Petropecios, un peligro
El precio del petróleo ha puesto un alto grado de tensión en los mercados, pero a su vez las fuerzas de demanda y oferta podrían contener el aumento de esos precios, señaló ayer el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan.
La evolución del mercado de energía “sigue siendo central” para la salud a largo plazo de la economía de Estados Unidos, añadió Greenspan en un discurso emitido vía satélite en una reunión en San Antonio de la Asociación Nacional de Refinerías.
