EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

No francés a la Constitución Europea

Juan de la Borbolla

Ese 55 por ciento de franceses que el domingo 29 de mayo votaron en contra de la adopción de la forma planteada para la Constitución Europea, no sólo han complicado el proceso de adopción de la referida Constitución en la Unión Europea, sino que han creado una auténtica crisis gubernamental en Francia.

Los personajes de esa crisis son primeramente Jaques Chirac quien a pesar de haber aceptado el resultado como una “decisión soberana”, recibió una auténtica bofetada él y su Gobierno. El resultado prácticamente lo descarta para una tercera candidatura al Palacio del Elíseo en 2007 y supone cerrar con un fracaso su década como jefe del Estado, según los principales observadores de la política gala.

El mandatario intentó evitar que el referéndum se convirtiese en un plebiscito al asegurar, por adelantado, que no pondría su cargo a disposición en caso de un rechazo al texto constitucional.

Sin embargo, el descontento social con su labor en el poder han convertido la votación en un jaque a su labor. El segundo personaje de este presente futurible es Dominique de Villepin el elegido por Jacques Chirac para sustituir a Jean-Pierre Raffarin como primer ministro, es diplomático de formación (estuvo destinado en las Embajadas francesas en Washington y Nueva Delhi) y diplomado por la Escuela Nacional de Administración. Este político de 51 años de edad trabajó en el ministerio de Exteriores (1993-1995), antes de ser nombrado secretario general del Elíseo desde donde aconsejó en 1997 a Chirac, disolver la Asamblea Nacional (Cámara de Diputados), en un sonado error de cálculo.

La izquierda ganó y Chirac se vio condenado a la más larga cohabitación de la V República con el socialista Lionel Jospin.

El principal contendiente político de Villepin y del propio Chirac es el presidente de la conservadora UMP, Nicolas Sarkozy, tercero de los personajes de esta historia y el otro nombre que sonaba con fuerza para liderar el Ejecutivo tras la crisis del 29 de mayo.

La elección de Villepin por parte de Chirac representa la opción de la continuidad y permite al jefe del Estado mantener su autoridad, frente al mucho más popular Sarkozy, aspirante natural al Elíseo en las elecciones presidenciales de 2007.

Nicolas Sarkozy, de 50 años e hijo de un inmigrante húngaro; cuenta con una larga experiencia como abogado, tiene fama de ser inteligente y ambicioso. Durante los últimos cinco años ha tratado de reinventar el movimiento conservador francés, hasta el punto de encarnar un estilo y unas ideas opuestas a las del presidente, Jacques Chirac, aun dentro del ámbito de la derecha.

A los clásicos valores sobre el trabajo y la familia, su ideología añade dosis de liberalismo económico y preocupación por los derechos de los inmigrantes. Fue “delfín” de Chirac hasta que éste le repudió en 1995 después de que Sarkozy optase por apoyar la candidatura de Eduard Balladur.

Esta decisión le valió siete años de “destierro” y una dura venganza de Chirac en 2002. Con ello el no francés fue también banderazo para las próximas elecciones.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 153863

elsiglo.mx