Conforme se acercan las fechas, los pronósticos se van cumpliendo. En el PRI, Jesús María Ramón aventó la toalla. Como era lógico, el empresario norteño nunca tuvo la gracia del gran elector -léase Enrique Martínez y Martínez- y prefirió volar que hacerle el caldo gordo al triunfador por la vía democrática –a ver quién se lo cree- en el proceso interno de selección de candidato. Ese ganador está, como se viene pronosticando, entre Javier Guerrero y Humberto Moreira. Raúl Sifuentes en verdad ha sorprendido con el impresionante despliegue publicitario y económico.
El sampetrino Sifuentes sabe que inclusive las normas de su partido le impiden competir, pero el suspirante candidato hará lo que los órganos jurisdiccionales le permitan para tratar de abrir los famosos candados y luchar por ser el próximo gobernador, aunque para muchos, Sifuentes es el que más desconfianza genera y es evidente que no es el gallo de don Enrique, por lo que no es descabellado decir que haga lo que haga, de todos modos estará out.
Esto es lo que ocurre en el PRI, el partido que va ganar la elección a gobernador, por el lado del PAN, los laguneros Jorge Zermeño y Juan Antonio García Villa se volverán a enfrentar en una elección interna de la que habrá de surgir el candidato panista, ambos están ya con las cartas sobre la mesa; la contienda se antoja cerrada, aunque a nivel estado quizá García Villa tenga una ligera ventaja merced a su trabajo partidario de hace ya muchos años, aun así, el resultado no será un candidato fuerte, sino un panismo más dividido por el antagonismo de tiempo entre los dos santones del albiazul, donde el encono local será cada vez mayor.
Las cosas cambian en lo que a la lucha por la presidencia se refiere. En Torreón la pelea será de ‘a de veras’, en el tricolor parece que Eduardo Olmos verá frutos del gasto realizado para promover su imagen de diputado federal –de esa especie que ha retrasado las reformas estructurales que tanto necesitamos- y aparentemente va por la libre, aunque en el PRI nunca se sabe.
En cuanto al PAN, José Ángel y Jesús de León ya tienen a sus padrinos destapados y el choque de máquinas entre Zermeño y García Villa determinará el resultado del candidato del PAN a suceder a Guillermo Anaya. La diferencia es aquí, el PAN si se juega algo de verdad, porque definitivamente estarán en la jugada para la elección municipal.
Lo bueno está por venir, todo mundo se está abriendo ya de capa y hay qué ver cómo avanza Javier Guerrero y si Martínez en verdad lo va a dejar en su cargo o se concreta el triunfo del populachero Moreira, el destape está cada vez más cerca y no hay que descartar sorpresas en el camino, Sifuentes, por lo que hace, termina por preocupar a más de dos en la lucha por la gubernatura.
