La enfermedad puede comenzar con un fuerte dolor en el abdomen.
La apendicitis es un problema de salud que puede llegar a ser muy grave cuando no se toman las medidas necesarias y se siguen los consejos médicos en el momento en que se descubre que se desató un ataque. Los especialistas dicen que se trata de una irritación, inflamación e infección del un tubo hueco y estrecho que se ramifica a partir del intestino grueso.
Y que esta parte del organismo integra el sistema inmune en los primeros años de vida, después, deja de funcionar y otros órganos continúan ayudando a combatir las infecciones. Aunque parece no tener ningún propósito, puede enfermarse, y si no se trata puede romperse y causar infección e incluso la muerte.
Los doctores indican que la apendicitis se produce cuando el interior del tubo se llena y ocasiona inflamación, y esto es causado por mucosidad, heces o parásitos. Entonces, el apéndice se irrita y se inflama, y su irrigación sanguínea se detiene a medida que la inflamación y la irritación aumentan.
A esta situación sigue la ruptura o perforación abriendo una puerta de entrada a ciertos elementos tóxicos hacia el interior del abdomen, a partir de esto se produce una delicada peritonitis.
Factores de riesgo
La apendicitis afecta a miles de personas; aproximadamente uno de cada 500 individuos sufre de apendicitis, y la mayoría de los casos se presentan entre los cinco y 20 años. Los antecedentes familiares pueden aumentar el riesgo de que un niño padezca la enfermedad, especialmente en los varones, y aparentemente padecer de fibrosis quística pone al menor en un mayor riesgo.
Síntomas
Los médicos dicen que es importante conocer los síntomas más comunes de la apendicitis, que suelen ser un dolor en el abdomen que puede comenzar en el área alrededor del ombligo y desplazarse al lado inferior derecho del abdomen, pero también puede comenzar en su parte inferior derecha.
La molestia aumenta en intensidad y empeora con los movimientos, al respirar profundamente, al tocarse y al toser o al estornudar.
Es importante que las personas que tengan síntomas de apendicitis no tomen laxantes, debido a que estos medicamentos y procedimientos pueden causar que el apéndice se rompa. Además, se debe evitar tomar fármacos para el dolor, porque pueden ocultar otros síntomas que el médico necesita notar para el diagnóstico.
Diagnóstico y tratamiento
Además del examen e historia médica completa, los procedimientos para el diagnóstico de la apendicitis deben incluir pruebas de sangre (como el recuento elevado de glóbulos blancos para detectar señales de infección) y de orina (para descartar una infección del tracto urinario).
El tratamiento de la apendicitis debe ser determinado por su médico fundamentado en su edad, estado general de salud, antecedentes clínicos y la gravedad del trastorno que presente el paciente.
Además se deberán tomar en cuenta cosas como su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias. Es importante no dejar que el tiempo pase ante la sospecha de un ataque de apendicitis, ya que unos minutos pueden significar la diferencia para elevar la gravedad del mal.
