En Torreón no se han inmovilizado bombas despachadoras de gasolina por irregularidades en el suministro de combustible en perjuicio de los automovilistas, asegura Rodolfo González Veyán, presidente de la Asociación de Expendedores de Gasolina de la Comarca Lagunera.
Señala que los negocios del ramo frecuentemente son supervisados por la Procuraduría Federal del Consumidor, a nivel local y mediante operativos especiales que proceden de la capital del país y se enfocan principalmente a evaluar las condiciones de seguridad de los equipos.
Los sistemas de abastecimiento de combustible se manejan mediante un software que tiene un mínimo margen de falla de manera que corresponde la gasolina o el diesel comprado al pagado, incluso se detalla el precio por litro.
González Veyán argumenta que precisamente por la manera como se manejan los equipos despachadores, y los contadores electrónicos que son por donde finalmente se controla la gasolina despachada a cada unidad automotriz, no hay manera de establecer dónde podría darse una eventual falla para expender litros incompletos.
El pasado fin de semana, en la ciudad de Saltillo, la Procuraduría Federal del Consumidor inmovilizó 20 bombas en diferentes estaciones de servicio, debido a que expendían litros de 800 mililitros.
