Agencias
México, df.- El presidente George W. Bush se comprometió ayer a cooperar con el Congreso para aprobar una reforma migratoria ?integral?, pero reiteró que no habrá amnistía a los indocumentados porque equivale a recompensar a violadores de la Ley.
Bush dedicó su discurso radial sabatino al tema de la migración al final de una semana en la que reactivó sus acciones para lograr la reforma a las leyes de inmigración, las cuales incluyeron un viaje a Arizona y otro a Texas donde presentó detalles de su plan.
La Cámara de Representantes tiene previsto retomar el tema migratorio al reanudar las sesiones el 12 de diciembre, en medio de expectativas de expertos de que apruebe algún tipo de legislación antes del receso de fin de año.
?La inmigración ilegal y la Seguridad fronteriza son temas que preocupan a los estadunidenses. Somos una nación construida sobre el imperio de la Ley, y aquellos que entran al país ilegalmente violan la Ley?, indicó Bush en su mensaje radial.
Por ello señaló que su estrategia de tres puntos incluye la deportación expedita de indocumentados, mexicanos y de otras nacionalidades, ?sin excepciones?.
Para los inmigrantes ilegales de México, Bush indicó que busca ?ampliar un programa innovador llamado ?repatriación al interior? en el cual los que son capturados en la frontera son devueltos a sus ciudades de origen lejos de la frontera?.
Pero Bush señaló que la reforma integral de inmigración requiere que creemos un nuevo programa de trabajador temporal que alivie la presión en la frontera pero que rechace la amnistía. Bush insistió en que su programa no crearía un camino automático hacia la ciudadanía, y no ofrecería amnistía.
El jueves pasado el presidente Vicente Fox señaló que su Gobierno confía en que, al final, se aprobará un programa migratorio que incluya un camino hacia la residencia permanente en Estados Unidos.
Fox dijo que el Congreso estadounidense tiene varias otras iniciativas que proporcionan soluciones al problema de la inmigración ilegal, y precisó que su administración continuará con una actitud optimista.
El mandatario manifestó tener esperanza de que México logrará un acuerdo con su vecino del norte antes que deje su puesto el próximo año, e insistió en que uno de los puntos claves es determinar a cuántos mexicanos se les permitiría trabajar legalmente en Estados Unidos y en qué sectores de la economía estadounidense.