Siniora aseguró que actuará por la unidad nacional y asumirá sus responsabilidades de acuerdo con la Constitución.
Beirut, (EFE).- El presidente libanés, Emile Lahud, ha encargado a Fuad Siniora la formación de un nuevo gobierno, el primero de la época post-siria.
Siniora, que, como establece la Constitución libanesa, es musulmán suní, pertenece al grupo de Saad Hariri, hijo del ex primer ministro Rafic Hariri, asesinado el pasado 14 de febrero, y recibió el apoyo de 126 de los 128 diputados del Parlamento.
En su primera declaración a los periodistas tras ser nombrado primer ministro, Siniora aseguró que actuará por la unidad nacional y asumirá sus responsabilidades de acuerdo con la Constitución.
Afirmó que mañana, viernes, comenzará las consultas para formar el nuevo Gabinete, y prometió, entre otras cosas, trabajar por la aplicación integral del acuerdo de Taif, de 1989, que puso fin a tres lustros de guerra civil libanesa.
Asimismo, Siniora se comprometió a acelerar los trámites para la elaboración de una nueva ley electoral y trabajar para terminar con el sectarismo y la corrupción.
Siniora aseguró tener "confianza en el pueblo libanés para hacer frente a los retos" y dijo que la "responsabilidad es común" para sacar al país hacia adelante.
También tendió la mano a la cooperación con el presidente Lahud, cuya dimisión exige la oposición, y señaló que se abre una nueva etapa en la vida política y económica del Líbano.
Siniora, de 62 años, fue ministro de Hacienda en casi todos los Gobiernos de Rafik Hariri.
Entre la clase política y la prensa Siniora está considerado la persona adecuada para sacar al país de la crisis económica y financiera, uno de los principales retos que tendrá que afrontar el nuevo gabinete, ya que tiene buenos contactos con los países donantes, así como por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Otros retos que deberá afrontar el nuevo Gobierno es recuperar la paz y la estabilidad en el país, azotado por una oleada de atentados desde que fuera asesinado Hariri.
Asimismo, tendrá que lidiar con las presiones internacionales que exigen el cumplimiento pleno de la resolución en mil 559 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige el desarme de todas la milicias libanesas.
