- CFE y Pemex podrían aliarse en LNG y aún analizan si será en Manzanillo o Lázaro Cárdenas.
- Plantea ayer Concamín a IMCO argumentos para rechazar baja arancelaria, medida que se incluye en el paquete que Cofemer presentó a Fox.
- Larrea y Minvielle buscan control en GAP; quizá hasta enero pago con tarjetas en gasolinerías, Asociación de Bancos de México y ONEXPO negocian y usuario en riesgo.
VAYA QUE HA resultado complicado avanzar en este sexenio. A estas alturas para nadie son un secreto los desafíos que tiene el país en materia energética, pero a pesar de ello en proyectos como El Fénix, el más importante en el terreno petroquímico, no ha logrado despegar por la ausencia de consensos.
Este fin de semana en Guerrero un grupo de campesinos evitó el que se pudiera realizar una asamblea de comuneros en la que se decidiría el derrotero de la hidroeléctrica “La Parota”, proyecto a cargo de la CFE que encabeza Alfredo Elías Ayub y que tendría una capacidad de generación de energía de 800 megawatts con una inversión de 900 millones de dólares.
Tampoco se ha logrado decidir aún lo relativo a la planta de gas natural licuado (LNG) en Manzanillo, nodal en la estrategia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y que se analiza desde principio de año, puesto que todavía se visualiza la posibilidad de optar por Lázaro Cárdenas, dada la ventaja que implica el tener ya el ducto.
Aún así algunos especialistas consideran que Manzanillo podría representar una mejor alternativa, dado que se reconvertirán a gas las necesidades de esa zona que hoy se abastecen con combustóleo.
Con estos proyectos se busca cubrir la creciente demanda de gas natural que hay en el país. Hay un retraso de años en esas inversiones, producto de lo mucho que no se hizo en Pemex que hoy lleva Luis Ramírez Corzo.
Algo similar podría repetirse en lo que se refiere al proyecto Fénix. Por las diferencias que hay entre Secretaría de Energía (SENER) de Fernando Elizondo y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de Francisco Gil Díaz para fijar el precio de la materia prima, la cancelación podría resultar a la postre más costosa al tener que adquirir más adelante muchos de los productos petroquímicos fuera del país.
En el caso de la disyuntiva que hay para construir una nueva planta de LNG en Manzanillo o en Lázaro Cárdenas, habrá que mencionar la presión que igualmente ha ejercido Repsol-YPF que encabeza aquí Guillermo Álvarez. Los españoles adquirieron propiedades en este último, anticipándose al asunto.
Aún así se ve cuesta arriba que el gobierno pueda asignar directamente un proyecto de tal magnitud, más allá de lo que finalmente se decida en torno al lugar que más conviene para esta obra que se sumará a la de Altamira de Shell que lleva Peter Kid y la de Ensenada de Sempra que comanda Tania Ortiz.
La intención de SENER es construir toda una red de plantas de este tipo. Se han contemplado también lugares como Isla Coronado en BC y Puerto Libertad en Sonora.
México es deficitario en gas natural, energético indispensable en una buena cantidad de procesos industriales, incluida la electricidad. De ahí la intención de CFE de adelantarse. En el caso de Manzanillo o Lázaro Cárdenas, otro elemento que se estudia es el que la paraestatal pueda ir de la mano con Pemex.
En gas natural importamos el 20 por ciento de lo que requerimos, esto es 950 millones de pies cúbicos diarios o bien unos 15 mil millones de dólares anuales. Todo proviene de Estados Unidos (EU) que como es público es también deficitario.
Con las plantas de LNG lo que se pretende es amortiguar la presión que hoy se da en los precios, al acceder a gas proveniente de otras latitudes en condiciones más accesibles.
En la coyuntura actual del mercado petrolero con niveles arriba de los 66 dólares por barril, hay ámbitos como el acero, vidrio, cemento, cerámica, minería y una gran cantidad de servicios que atraviesan por una circunstancia realmente complicada.
Sólo considere que el precio al que compra Pemex el gas para luego revenderlo ronda los 7.63 dólares por millón de BTU. Lo más dramático es que apenas el año pasado la cotización era de 4.64 dólares. En Europa el promedio es de unos 4.50 dólares por millón de BTU.
Así que si hablamos de competitividad, este es un factor insuperable, por ende la importancia de lo que se decida en torno a la nueva planta LNG de CFE, sea en Manzanillo o en Lázaro Cárdenas o en asociación con Pemex. Habrá que esperar.
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ESTE LuNES HUBO reunión de consejo directivo en Concamín que encabeza León Halkin. Estuvieron por ahí los representantes del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) que lleva Roberto Newell. La reunión fue para presentar por parte de los industriales, los argumentos de sus objeciones para sumarse a un paquete de 36 acciones de mejora regulatoria que recién planteó Cofemer que lleva Carlos García Fernández a Vicente Fox. Estos giran específicamente en el ámbito de comercio exterior y más concretamente en la reducción arancelaria que plantea en algunos rubros Economía que encabeza Fernando Canales Clariond. Se considera que en algunos de los productos planteados habría riesgos para algunas industrias. Vale la pena señalar que hace unos días Concamín fue uno de los tres organismos que optaron por no suscribir ese documento. Los otros fueron Concanaco que preside Raúl Alejandro Padilla y el CNA a cargo de Jaime Yesaki. Se estima que el IMCO optó por irse por la libre en el tema, de la mano con Presidencia vía la persona de Rodrigo Morales, sin obtener el consenso de la industria y sin considerar el impacto que algunos de estos ajustes podría tener en las Pymes. De ahí la decisión de ir más a fondo. La semana pasada Concamín se reunión con el mismo García Fernández para plantearle su preocupación.
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APARENTEMENTE LA NUEVA fecha para que el gobierno coloque su 85 por ciento de GAP es febrero, y esto se debe a los esfuerzos que aún se hacen para encontrar un socio mexicano que releve a Holdinmex de Ricardo Albarrán, proceso que se ha convertido en algo tortuoso, tras de que la subsecretaría que encabeza Aarón Dychter vetó la propuesta del abogado Miguel Escobedo que habían planteado los socios españoles AENA, Dragados y Unión Fenosa. Le había platicado que hay al menos dos interesados con los que ya se ha platicado, uno de ellos Germán Larrea y el otro Eugenio Minvielle. El obstáculo es que ambos han planteado su interés de ir por mayoría, máxime los antecedentes, tras de que Fernando Chico Pardo asumió el control en Asur el año pasado y que recién ICA de Bernardo Quintana manifestó su interés de asumir el control de Centro-Norte, dados los reacomodos que se dan luego de la salida de la francesa Vinci. El problema es que los españoles no se han mostrado muy dispuestos a ceder.
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SE CONOCE QUE han surgido problemas para generalizar el uso de las tarjetas como medio de pago de la gasolina para aquellos que deducen este consumo con el fisco. Por ende la entrada en vigor de ese programa podría llevarse hasta enero de 2006. Sucede que los gasolineros no están dispuestos a asumir las comisiones que quiere cobrarles la banca, pese a una reducción en tarjetas de débito del uno al 0.90 por ciento y en crédito de 1.25 a 1.20 por ciento que ya ofreció la ABM que preside Marcos Martínez. La ONEXPO a cargo de José Ángel García y que agrupa a la mayoría de las siete mil 200 gasolinerías, argumenta que ese cobro lastimaría aún más su rentabilidad. Y es que además hay un costo de administración de 480 pesos al mes por terminal. Pemex le paga a las gasolinerías el 5.7 por ciento por litro vendido. El programa para instalar terminales de tarjetas en gasolinerías es parte de una estrategia que sigue la SHCP que comanda Francisco Gil Díaz con la banca, para acrecentar el uso de los plásticos. En este caso el uso de tarjetas representará un gran negocio a la banca puesto que éstas facturan 22 mil millones de pesos mensuales. Haciendo cuentas esto implica comisiones por 900 millones de pesos. ONEXPO ha propuesto ofrecer sus propias tarjetas de prepago y otra posibilidad es que se busque endilgar al usuario el pago de la comisión, lo que sería terrible, ya que de por si pagamos mucho por la gasolina. Además sería inaceptable cuando es público que el programa de terminalización será deducible al cien por ciento, lo que significa que los mexicanos lo vamos a pagar. Habrá que mantenerse muy atentos.
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