Analistas aseguran que es poco probable que el sucesor de Karol Wojtyla sea un latinoamericano, a pesar de que más de la mitad de los mil 71 millones de católicos que viven en el planeta .
Madrid, (Notimex).- El arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, de 62 años, figura en algunos pronósticos, en especial de los sectores más conservadores, como posible sucesor del Papa Juan Pablo II, destacó hoy el periódico español El País.
El rotativo dio el perfil de los seis candidatos de América Latina que se han mencionado, aunque añadió que los especialistas niegan la posibilidad de un Papa de esta región.
"La región que concentra el mayor número de católicos del mundo, Latinoamérica, nunca ha alumbrado un Papa y así seguirá, según los pronósticos de los especialistas", indicó.
Añadió que "es poco probable que el sucesor de Karol Wojtyla sea un latinoamericano, a pesar de que más de la mitad de los mil 71 millones de católicos que viven en el planeta reside en este subcontinente".
Brasil y México acaparan 25 por ciento (255 millones) del total mundial de católicos, pero la elección del próximo Papa dependerá de los cardenales europeos, que mantienen la hegemonía en el colegio cardenalicio.
Al referirse al cardenal Rivera Carrera, el periódico señaló que cuenta con el apoyo de congregaciones como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo.
Esta última gozaba de la simpatía de Juan Pablo II, pese a que su fundador, el mexicano Marcial Maciel, está bajo investigación del Tribunal Eclesiástico de la Santa Sede por las acusaciones de abusos sexuales formuladas en su contra por antiguos miembros de la congregación, abundó.
El País dio a conocer que ciertas publicaciones, como la revista italiana "30 Giorni", han atribuido a Rivera Carrera buenas posibilidades, y la mexicana "Líderes Mexicanos" tituló en portada en febrero de 2002: "¿El próximo Papa? Norberto Rivera".
Expuso que Rivera ha calificado tales pronósticos de especulaciones sin fundamento.
No obstante, sus posibilidades -si alguna vez existieron- tienen que haber menguado considerablemente tras la difusión de la noticia de una denuncia penal contra el cardenal y tres miembros de su arquidiócesis ante la Procuradoría General de la República, anotó.
La denuncia parte de una empresa constructora que ha demandado a Rivera y otros miembros de la jerarquía católica por promover la construcción de un santuario dedicado a Juan Diego, indígena canonizado por Juan Pablo II en su último viaje a México, precisó.
"Papables"
El diario recalcó que a la hora de mencionar al cardenal latinoamericano con más posibilidades de colocarse al frente de la Iglesia Católica, muchos estudiosos coinciden en un nombre: Óscar Rodríguez Maradiaga, de 62 años, arzobispo de Tegucigalpa, Honduras.
Rodríguez Maradiaga pertenece a la orden de los Salesianos y es diplomado en psicología clínica y psicoterapia, además de que fue presidente de la Conferencia Episcopal de América Latina.
"Su postura en favor de la condonación de la deuda de los países más pobres -apareció junto a Bono, líder de la banda de rock U2, en una campaña contra la deuda externa del Tercer Mundo- es vista con malos ojos por los sectores más conservadores, que le tildan de progresista", aseguró el rotativo.
Agregó que más allá de las etiquetas, el perfil de Rodríguez Maradiaga se sale del retrato robot de un cardenal: toca el piano y el saxofón, es piloto de avión y habla siete idiomas.
Indicó que el argentino Jorge Bergoglio, de 68 años, arzobispo de Buenos Aires y jesuita, aparece en varias listas.
"Estudió química y es considerado progresista. Tuvo un papel destacado en el intento fallido de lograr un gran entendimiento entre amplios sectores de la sociedad argentina tras la grave crisis política, económica y social que se desencadenó en diciembre de 2001 que provocó la caída del gobierno de Fernando de la Rúa", abundó.
Expuso que los brasileños opinan que el mejor candidato es el arzobispo de Sao Paulo, Claudio Hummes, de 70 años, considerado conservador en doctrina, aunque hay quien lo ve progresista en lo social.
Hummes, por ejemplo, autorizó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva a pronunciar discursos en misa.
El cubano Jaime Lucas Ortega y Alamino, arzobispo de La Habana, de 68 años, cuenta en su haber con la histórica visita que el Papa Juan Pablo II realizó en enero de 1998 a la nación caribeña, donde fue recibido con todos los honores por Fidel Castro, acotó.
"Fue un viaje controvertido que dejó mejor sabor de boca al régimen castrista que a la disidencia", afirmó.
Expuso que también se menciona al colombiano Darío Castrillón, de 75 años, prefecto de la Congregación para el Clero del Vaticano y quien entre 1983 y 1991 ocupó la Secretaría del Consejo Episcopal Latinoamericano.
Castrillón es contrario a la "teología de la liberación", en la línea que trazó Juan Pablo II, puntualizó.