Agustín Cabral Martell
La situación ética-jurídica en los negocios
Quiero hacer resaltar de la necesidad en los negocios de la aplicación de la ética, en los principales países de Europa, ésta es la tendencia a fin de optimizar sus recursos y exista armonía con toda persona involucrada en los negocios, y ha dado buenos resultados. A la ética en los negocios se le define como el estudio de la naturaleza, el propósito, la función y la justificación de las reglas de la conducta correcta dentro del contexto del comercio; en general está concebida para abarcar la transacción de bienes y servicios en el intercambio individual, corporativo e internacional.
En cuento a la problemática en la ética aplicada a los negocios, se puede cuestionar: La pregunta de la generalidad: las reglas de la conducta correcta que se aplican a los individuos, ¿pueden generalizarse a entidades colectivas como son las corporaciones?; La pregunta de la responsabilidad: ¿Puede una corporación tener responsabilidad moral? Si es así, ¿la responsabilidad debe difundirse y distribuirse por medio de la estructura jerárquica corporativa?; La pregunta de la obligación: Siempre que pueda decirse de manera categórica que la corporación es moralmente responsable ¿su obligación debe ser necesariamente proporcional a su responsabilidad?; La pregunta de la lealtad: Las virtudes personales comúnmente aceptadas de lealtad, compromiso y devolución, ¿tienen un lugar en la dicotomía del patrón/empleado? ¿Una corporación tiene la obligación de conservar a un trabajador a la corporación durante muchos años, incluso si el empleo continuado del trabajador es contraprodu-cente?
Por otra parte es necesario puntualizar algunos conceptos para su comprensión, como: Conflicto de interés: se dice que una situación constituye un conflicto de intereses (o potencial del mismo) en un conjunto de circunstancias en las que el individuo tiene la capacidad de influir en decisiones que promueven su interés propio, pero pueden tener un impacto nocivo en la organización a la que pertenece o en el bienestar de algún otro grupo. Crucial a una carga de un conflicto de intereses es la expectativa razonable de que algunos individuos, en circunstancias similares, pueden favorecer de manera injusta su propio interés a costa de otros (ejemplo: el grupo, la organización o la agencia); Honestidad y equidad: La honestidad es una predisposición de decir generalmente la verdad e inspirar confianza. La equidad es la habilidad para ser objetivo en relación con el propio interés y tratar el interés de los demás con justicia y de manera equitativa. La imparcialidad a las propias necesidades es el distintivo de la equidad; Moralidad privada y pública: La moralidad privada es propia de las acciones que rodean la vida de un individuo, siempre que otros no resulten impactados de manera significativa. La moralidad pública (de la cual la moralidad de los negocios es una subdivisión) está relacionada con las acciones que abarca un grupo y sus miembros y cómo éstas afectan significativamente a otros (ejemplo: otros grupos o individuos).
Las organizaciones corporativas son especialmente vulnerables al fenómeno del ?pensamiento de grupo?, es decir, la difusión de un grupo en la que la preservación de la armonía llega a ser más importante que la evaluación crítica de las ideas. Los grupos corporativos son especialmente susceptibles a esto cuando el impulso para producir ganancias puede opacar y minimizar los inconvenientes éticos de los medios para producir las ganancias. Esto puede ocasionar una situación en la que las preocupaciones por la seguridad se descuiden o se desechen, en un esfuerzo por producir la mayor ganancia al menor costo posible. Para evitar esto, el diálogo crítico entre los miembros del grupo interno y los del grupo externo es muy necesario. Las opiniones de los observadores externos, si se toman en serio, pueden ser suficientes para superar la miopía del pensamiento de grupo.
Los protagonistas en la aplicación de la ética en los negocios son los siguientes: Dueños: en general son personas que poseen los medios de producción y los recursos que permiten hacer funcionar un negocio. Los dueños se encuentran en ocasiones en una posición ética precaria, cuando sus obligaciones con sus empleados y/o accionistas entran en conflicto con obligaciones mayores sociales o ambientales; Empleados: los empleados pueden encontrarse también en una posición ética precaria cuando, incluso con poder limitado para tomar decisiones, se espera que desempeñen trabajo que no es ético en una dimensión social, pero que puede ser lucrativo para la compañía. En estos casos, resulta problemático tomar una determinación respecto a la magnitud exacta de la culpabilidad del empleado en la mala acción; Gerencia: los gerentes suelen tener obligaciones morales y legales para dirigir una compañía y promover los intereses de los dueños o de los accionistas. Conjuntamente, los gerentes tienen obligaciones respecto a la seguridad y al bienestar de los empleados. Esta doble responsabilidad a veces puede conducir a conflictos y a tensiones en la tríada dueño-gerente-empleado. Esta situación se agrava con las responsabilidades éticas colaterales con el público y su seguridad; Consumidores: aunque habitualmente las necesidades de los consumidores son lo más importante y pueden dictar la política general, esto debe equilibrarse con las responsabilidades sociales y ambientales a largo plazo. Por ejemplo, la madera económica resultante de la deforestación beneficiará al consumidor, pero su impacto general a largo plazo sobre el medio ambiente y en la sociedad pude ser devastador; Mercadotecnia: las tácticas de mercadotecnia discutibles pueden originar multitud de problemas éticos, incluyendo la publicidad falsa, falaz o engañosa. Más importante aún, las estrategias de fijación de precios pueden hacer que éstos sean exorbitantes en casos en que un producto se necesite con urgencia y una compañía tenga un monopolio de éste (p. Ej., algunas drogas producidas únicamente por una compañía farmacéutica que tiene los derechos de patente). Por último, la omisión de la información de un producto puede causar violaciones serias de la ética en las que asuntos de seguridad serios son mal entendidos, minimizados, suprimidos o distorsionados por el fabricante; finalmente la Contabilidad: el personal de contabilidad de una compañía puede encontrarse en una posición ética comprometida en casos en que las ?irregularida-des? de contabilidad a corto plazo, aunque benéficas para el margen de utilidades (o la seguridad del trabajo de ciertos ejecutivos), pueden ser injustas para los accionistas o incluso ilegales. En dichos casos, el contador puede encontrarse en la posición no envidiable de tolerar un encubrimiento (y quizás se le considere criminalmente responsable si se descubre) o de exponer el problema, con la probabilidad de perder su empleo.
Seguiremos comentando de este moderno binomio ético-jurídico que da a las empresas el verdadero prestigio y calidad, sobre todo en tratándose del recurso primordial humano.
