Por Agustín Cabral Martell
LA INOCUIDAD ALIMENTARIA
Inocuidad Alimentaría implica ?la garantía de que el consumo de los alimentos no cause un daño en la salud de los consumidores?.
Durante los últimos dos años, los Poderes Ejecutivo y Legislativo de los EE.UU. han realizado diferentes acciones de carácter administrativo y presentado ante las instancias legislativas correspondientes, diversas iniciativas que les permitan reformar el marco jurídico vigente en ese país en materia de inocuidad alimentaria. En este sentido, el presidente Clinton anunció en mayo de 1997 una Iniciativa conocida como Inocuidad Alimentaría del Campo a la Mesa, de la cual, meses más tarde, emanó una iniciativa adicional que tiene como propósito ?Asegurar la inocuidad de los Productos Hortícolas y Frutícolas Domésticos e Importados?.
En este contexto, el 30 de Octubre de 1998 la Agencia de Alimentos y Droga (FDA) publicó en el Diario Oficial de los EE.UU. (Federal Register), la Guía para Reducir los Riesgos Microbiológicos que logren la Inocuidad Alimentaría en Frutas y Hortalizas Frescas. Esta Guía, pretende ser una recomendación no obligatoria para los productores de frutas y hortalizas frescas de origen doméstico e importado.
En la misma, se establecen controles y estándares a fin de reducir los factores de riesgo microbiológicos asociados a la cadena de producción, procesamiento, distribución, y consumo, mediante la adopción de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA´s) y de Manufactura (BPM´s). Los riesgos en mención están asociados con factores tales como:
Calidad del agua.
Manejo de abonos, aguas negras y residuales.
Condiciones sanitarias y de higiene de los jornaleros agrícolas.
Infraestructura para sanidad e higiene en las unidades de producción y procesamiento.
Condiciones de transporte y empaque de los productos.
Sin duda otras acciones importantes de la administración Clinton para fortalecer esta Iniciativa, lo han sido no sólo la creación del Instituto para la Investigación sobre Inocuidad Alimentaría (IIIA) en julio de 1998, sino también la instauración en agosto de ese mismo año, del Consejo Presidencial sobre Inocuidad Alimentaría (CPIA).
El IIIA tiene como meta diseñar un Plan Estratégico a fin de coordinar la investigación pública y privada en esta materia. Por su parte el CPIA diseña un Programa Estratégico de cinco años que considere el rango completo de factores de riesgo asociados al consumo de alimentos tanto de origen doméstico como importados.
Para el financiamiento de esta Iniciativa, los EE.UU. destinaron durante los años fiscales 1998 y 1999 un presupuesto de $43 y 79 millones de dólares (mdd) respectivamente, y para el año fiscal 2000 se propuso un incremento de 106 mdd.
EL NUEVO RETO
El progreso tecnológico, el crecimiento económico y el incremento en el comercio internacional, han traído a los mercados una gran variedad de alimentos.
Lo anterior requiere un mejor y más eficiente manejo a lo largo de la cadena.
Producción-consumo en términos de inocuidad alimentaría.
Los países desarrollados han reforzado sus instrumentos de control, vigilancia, inspección y certificación para alcanzar la inocuidad alimentaria.
Inocuidad Alimentaría implica ?la garantía de que el consumo de los alimentos no cause un daño en la salud de los consumidores?.
Además de tener implicaciones en la salud pública, la inocuidad tiene un impacto en la oferta, demanda, flujos comerciales, higiene y sanidad laboral, lo que repercute en los costos de la cadena.
De hecho, los consumidores de los países desarrollados con alto poder adquisitivo, están dispuestos a pagar el costo de un régimen regulatorio que garantice estándares más altos y minimice riesgos.
Por lo tanto, los consumidores exigen mayor vigilancia por parte de sus gobiernos para salvaguardar el abasto de alimentos inocuos, mediante la disminución de factores de riesgo.
Por razones de espacio, en un artículo aparte se comentará en esta columna sobre los que se consideran factores de riesgo en materia de inocuidad alimentaria.
