Benedicto XVI (Marktl am Inn, Baviera, 16 de abril de 1927). Es el 265 Papa de la Iglesia Católica Romana. Su nombre de nacimiento es Joseph Ratzinger. Había sido asesor teológico durante el Concilio Vaticano II y Cardenal desde 1977, nombrado por Pablo VI, 26 años después de su ordenación sacerdotal.
En 1981 fue nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ha sido uno de los hombres más influyentes en el Vaticano, muy próximo al difunto Juan Pablo II. Presidió el funeral de Juan Pablo II y el Cónclave Papal de 2005. El 19 de abril de 2005, a la edad de 78 años, fue elegido por los 111 cardenales menores de 80 años, y adoptó el nombre de Papa Benedicto XVI.
Considerado ultraconservador y opuesto a la teología de la liberación, al feminismo y al pluralismo religioso, con él el Papa Juan Pablo II volvió a dar a la Congregación para la Doctrina de la Fe el poder que el Vaticano II había suavizado, permitiéndole convertirse en una de las figuras más poderosas de la actual Iglesia Católica.
Se refirió a sí mismo en su primera aparición pública como Sumo Pontífice como "un humilde trabajador en la viña del Señor".
SUS PRIMEROS AÑOS
En 1937, su padre se retiró y se instaló en la ciudad de Traunstein. Cuando Ratzinger llegó a los 14 años en 1941, fue requerido legalmente para formar parte de las juventudes hitlerianas, pero de acuerdo con su biógrafo Joseph Allen no era un miembro entusiasta... Luego fue llamado al ejército para entrenamiento básico de infantería, y destinado a Hungría, en donde sirvió estableciendo defensas antitanque hasta que desertó en abril de 1944 (delito castigado con la pena de muerte). En 1945 fue capturado por los aliados y detenido en un campo de prisioneros de guerra. En junio fue liberado, y su hermano y él entraron en un seminario católico. En junio de 1951 fueron ordenados por el cardenal Faulhaber de Múnich.
Ratzinger fue profesor en la Universidad de Bonn de 1959 a 1963, cuando fue enviado a la Universidad de Münster. En 1966, enseñaba Teología en la Universidad de Tübingen. Se volvió más conservador en la atmósfera liberal de Tübingen y los movimientos marxistas estudiantiles de los años 60. En 1969 volvió a Baviera, a la Universidad de Regensburg.
LOS SIGUIENTES AÑOS: ARZOBISPO Y CARDENAL
En 1972, fundó el diario teológico Communio, ahora publicado en diecisiete idiomas (alemán, inglés, español y otros), se ha convertido en uno de los diarios católicos más influyentes.
En marzo de 1977 Ratzinger fue nombrado arzobispo de Múnich y Freising, y en junio, Pablo VI le nombró cardenal, y en noviembre de 1981, Prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe, antiguamente conocida como el "Santo Oficio de la Inquisición" (renombrado en 1908 por Pío X).
Ideológicamente, Ratzinger tiene ideas conservadoras en cuanto al control de la natalidad y el diálogo interreligioso. Ratzinger y Wojtyla han sido calificados intelectualmente como almas gemelas.
ACONTECIMIENTOS RECIENTES E INFLUENCIA
El dos de enero de 2005, la revista Time apeló a fuentes vaticanas afirmando que Ratzinger era uno de los favoritos para suceder a Juan Pablo II si éste fallecía o caía demasiado enfermo para seguir siendo Papa.
De todos modos, hay que recordar que los cónclaves siempre son inciertos, y que los que son considerados demasiado papables pueden no salir elegidos. Se usa el tópico de "quien entra Papa, sale cardenal", aunque éste no sea el caso.
Ratzinger ofició el funeral de Juan Pablo II (era considerado su mano derecha).
Ratzinger habla diez idiomas y ha recibido siete doctorados honoríficos. Es un experto pianista, cuyo compositor favorito es Beethoven.
Es el octavo Papa alemán. A sus 78 años, es sólo dos años más joven que la edad tope para ser papa, 80 años.
El 19 de abril de 2005, fue elegido sucesor de Juan Pablo II después de dos días de cónclave y dos fumatas negras.
¿El Fin de los Tiempos?
Con ocasión de sus 70 años, el profesor emérito de teología en la Universidad de Münster, Johann Baptist Metz, la filósofa judía de la religión Eveline Goodman-Thau y el teólogo protestante Jürgen Moltmann fueron reunidos por el Cardenal Ratzinger para tratar el tema de Dios y el final de los tiempos. Esta obra recoge sus discusiones y puntos de vista ofrecidos en aquella oportunidad.
Algunas opiniones sobre Benedicto XVI.
Cuando se conoció la noticia de la elección de Ratzinger para el Obispado de Roma, y se comenzaron a difundir ciertos datos de su biografía, muchas estaciones de televisión y radio en el mundo católico se colmaron de mensajes horrorizados, lamentándose de que la cristiandad católica quede por tiempo indefinido bajo el yugo de este personaje. Sin embargo, más allá de mis consideraciones personales sobre la religión en general, personalmente nos resulta lisa y llanamente incomprensible la indignación de estas personas, teniendo en cuenta todo lo acontecido en el seno de la iglesia durante los últimos, digamos, diez años. A continuación, paso revista a algunos de los "mensajes" que se difundieron, con su correspondiente refutación.
I.- "Ratzinger será un Papa horrible, comparado con Juan Pablo II". Veamos: Juan Pablo II se opuso al aborto, al uso de anticonceptivos, a la unión de homosexuales, al sexo previo al matrimonio, a la eutanasia y a la autonomía de las Conferencias Episcopales (no menciono los temas del sacerdocio femenino o del fin del celibato, porque parecen una absoluta idiotez)... Juan Pablo II viajó por el mundo, apareció por los medios, aduló y fingió por doquier. Dado su carácter y su edad, Benedicto probablemente no lo haga. ¿Y eso significa algo? Por el contrario, de ser así, demostrará mayor sinceridad que el anterior pontífice, que con su exposición mediática demostraba un doble discurso en su accionar
II.- "Ratzinger es un conservador durísimo, un inquisidor, ¿qué vamos a hacer?": Una de las pocas cosas buenas del siglo XX fue el auge de la secularización, que hoy continúa y va creciendo, aunque no se note o no se lo quiera notar. Es incomprensible de que se quejen del conservadorismo, puesto que es la característica que debe mantener la iglesia para no diluirse y desaparecer en un mundo laico. Además, ¿a cuánta gente realmente le importa y cuánta gente realmente obedece las opiniones de la iglesia en cuanto a moral sexual? Nadie obligará a nadie a acatar las recomendaciones dictadas por un anciano alemán que vive en Italia. Si el Papa no quiere que se use preservativo, ¿acaso va a ir por todo el mundo vigilando que sus órdenes se cumplan? Para colmo, la propia iglesia ya ha reconocido que el infierno no existe como tal...
III.- "Ratzinger militó en las Juventudes Hitlerianas en su juventud, por lo tanto, tenemos un papa nazi": Ésta es la más graciosa de todas. Si leemos cualquier biografía de Benedicto, descubrimos que nació el 16 de abril de 1927. Teniendo en cuenta que la caída de Berlín se produjo el uno de mayo de 1945 y la capitulación el siete (consulten cualquier enciclopedia), notamos que la rendición alemana (y con ella el fin del nazismo) se produjeron cuando Ratzinger acababa de cumplir los 18 años. Entonces, seguramente era un joven, fácilmente manipulable como casi todos a esa edad criados bajo regímenes fascistas.
Otra graciosa, y que tiene relación con la segunda, se pregunta ¿Qué va a ser del mundo con un Papa así? El Papa, como estadista propiamente dicho hoy no tiene la menor importancia. El Sacro Imperio Romano Germánico no existe desde 1806. Los estados pontificios no existen desde 1871. El Estado Vaticano ocupa una extensión ínfima y una importancia similar en el "concierto de las naciones". Los acontecimientos del último quinquenio demostraron la cada vez menos influyente autoridad del Pontífice en materia de asuntos internacionales. Y si de autoridad espiritual hablamos, tengan presente que, mientras leen este párrafo, en América un par de miles de católicos abjuraron de su fe, mayoritariamente en favor del protestantismo pentecostal...