Londres, (EFE).- Cada vez son más las mujeres que optan por casarse con un traje de novia de segunda mano para, de este modo, reducir el enorme presupuesto destinado a ese gran día.
La división de trajes de boda de la Organización No Gubernamental Oxfam cuenta en la actualidad con once tiendas en todo el Reino Unido, que facturan un beneficio anual de 145 mil euros.
En estos establecimientos, se puede adquirir un traje de novia, en perfectas condiciones, por poco más de cien euros, cuando lo habitual es que cuesten cerca de tres mil euros, según publica el diario británico "The Independent".
El traje más caro vendido hasta ahora por Oxfam fue adquirido por 599 libras (867 euros), aunque en la actualidad ofrecen un traje de diseñador, sin estrenar, por 900 libras (unos mil 300 euros).
La idea se le ocurrió hace veinte años a una voluntaria de Oxfam, Bárbara Wamsley, quien, con la boda de su hija, se dio cuenta "de lo extremadamente caro que era todo", y se le "ocurrió que era una oportunidad de negocio que Oxfam no había explorado todavía".
Si bien el factor principal para comprar un traje de segunda mano es su precio reducido, también influyen otros factores como los motivos éticos o las actuales campañas de reciclaje.
En los últimos años, la moda "vintage" también ha contribuido a que las compradoras se decidan por un traje de segunda mano, y así no es extraño ver a novias con trajes de los años 70.
Otra característica alentadora para este tipo de compra es el hecho de que la novia no tenga que esperar hasta cinco meses para tener su traje a punto, pues los vestidos se venden tal cual están en la tienda.
Según diversos sondeos, el coste medio de una boda suele estar entre 16 mil y 23 mil euros, y el negocio de los enlaces matrimoniales factura en el Reino Unido unos seis mil 500 millones de euros anuales.