2005 es para Coahuila año electoral. En septiembre, los ciudadanos mayores de 18 años acudirán a las urnas para elegir gobernador, 38 ayuntamientos y 20 diputados locales de mayoría relativa.
Los partidos políticos han echado a andar sus respectivas maquinarias desde mediados del año que recién terminó. Sin duda, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se perfila nuevamente como el favorito, por lo que el desafío para las demás fuerzas, sobre todo para el Partido Acción Nacional (PAN), es lograr sacar al tricolor del Palacio Rosa de Saltillo.
Y es que, pese a la alternancia que vivió el país en 2000 con el triunfo blanquiazul de Vicente Fox Quesada, en Coahuila la situación muy poco o nada ha cambiado en términos electorales.
La referencia inmediata son los comicios del 29 de septiembre de 2002, en donde el PRI refrendó su dominio en la Entidad al ganar 27 de las 38 alcaldías frente a las ocho obtenidas por la segunda fuerza política del Estado, el PAN.
La LVI Legislatura del Congreso del Estado (que este año concluye) quedó conformada por 20 diputados tricolores, ocho del PAN, cuatro del Partido de la Revolución Democrática (PRD), dos de la Unidad Democrática de Coahuila (UDC) y uno del Partido del Trabajo (PT). Esta mayoría absoluta contribuyó a reforzar el añejo control del PRI en Coahuila.
En el trabajo realizado por el Departamento de Encuestas y Sondeos de Opinión de El Siglo de Torreón, que hoy se publica, la tendencia favorable la mantiene el Revolucionario Institucional con 53.8 por ciento de las preferencias, mientras que Acción Nacional apenas alcanza el 22.6 por ciento.
Por lo anterior, una gran labor política contra reloj deberá desempeñar el blanquiazul durante el año que acaba de iniciar si desea por fin dar el salto definitivo en Coahuila y lograr la alternancia en el Gobierno del Estado. De los demás partidos, sólo cabe decir que sus posibilidades resultan aún muy remotas, ya que carecen de presencia y de la estructura suficiente.
