Qué diferencia. Cuando una autoridad hace lo que tiene que hacer, sin temor al costo político o despojada de cualquier presión por quedar bien con tal o cual grupo, las cosas marchan y marchan bien. Qué lástima que la determinación que agarrar al toro por los cuernos llegue a sólo unos días de terminar el encargo.
Ayer fue un día especial y significativo de lo que pudo ser y lamentablemente no fue: en franco reto a las autoridades municipales, los transportistas decidieron aumentar a cinco pesos la tarifa, sin la autorización correspondiente por parte de Cabildo. Las autoridades municipales respondieron al reto como lo que son, pero que a lo largo de tres años jugaron a simular que no lo eran, como responsables de velar por el imperio de la Ley y garantizar el bien común sobre los intereses particulares.
Los grupos de presión prosperan ante los vacíos de autoridad; cuando enfrentan la decisión política de no negociar la Ley y reciben sanciones ante los yerros, excesos o arbitrariedades, pues simplemente se repliegan y eso fue lo que sucedió. La Dirección de Autotransporte aseguró cuatro camiones y aplicó 12 infracciones a los choferes que estaban cobrando la tarifa de cinco pesos y de inmediato, los transportistas dieron marcha atrás. Los 16 transportistas infraccionados enfrentarán un proceso de cancelación de la concesión.
Ante una respuesta que no esperaban, los concesionarios ahora quieren negociar el aumento con las próximas autoridades y por eso mismo borraron la leyenda ?tarifa voluntaria cinco pesos?, que habían colocado en sus unidades en un intento por incrementar el importe sin la autorización del Cabildo.
Qué diferencia. Cuando una autoridad entiende que no se puede gobernar por consenso y cuando no tiene temor al costo político de aplicar la Ley, las cosas marchan bien. Queda lamentar que la actual Administración municipal de Torreón haya demostrado que puede ganar los juegos de pulsos, justamente cuando termina su encargo; cuántos asuntos que hoy quedan en calidad de asignaturas pendientes, se hubieran podido sacar adelante con un poquito más de entereza y una agenda política un poquito menos robusta.