El dinero llegó a manos llenas en este 2005 al Congreso de Coahuila. Entre bonos, dietas y viáticos, cada diputado local de Coahuila acumuló ingresos por el orden del millón 656 mil pesos, sólo en este año que está por finalizar.
Tan sólo por sueldo, los legisladores se llevaron 684 mil pesos en el año y en el mismo periodo recibieron 300 mil por concepto de desarrollo parlamentario. Como apoyo para gestoría se les entregó 240 mil pesos, más 96 mil pesos anuales para que cubrieran sus gastos de gasolina y renta de departamentos durante su estancia en Saltillo.
Como despedida los legisladores no tuvieron empacho en otorgarse cien mil pesos como ?bono de marcha?, el cual representa una erogación de tres millones 500 mil pesos para el Estado. En este contexto el diputado priista, Jesús Alfonso Arreola Pérez, presidente de la Junta de Gobierno del Congreso Estatal, la medida resulta ?justa? debido a que ?todo el que trabaja tiene derecho a una liquidación?, lo cual es cierto, pero por tristeza la labor de los legisladores pasó sin pena ni gloria para la población coahuilense, quien finalmente paga el sueldo de los políticos.
Dicha compensación ya provocó indignación entre los empresarios laguneros. Fernando Royo Díaz Rivera presidente del Centro Empresarial de La Laguna (Coparmex), califica como una vergüenza el ?premio? que se otorgaron los diputados, sobre todo cuando los legisladores como los regidores tienen entre sus funciones el cuidar los recursos públicos, que son de la sociedad y no ?repartírselos como lo hacen?.
El ?bono de marcha? es una tradición que resulta insultante para el grueso de la población que constantemente debe hacer milagros para estirar su percepción, por este motivo es urgente desaparecer esta costumbre que sólo atiende al beneficio de los políticos y no de los ciudadanos.