Mientras que Andrés Manuel López Obrador define como un “bombón” a Santiago Creel, para el panista, Felipe Calderón Hinojosa, la gestión del hasta ayer secretario de Gobernación fue malísima. Son muchas las voces de diferentes partidos, que afirman que la operación política de Creel fue tan ineficiente, que deja muy debilitado al Gobierno Federal, hecho que se refleja en la caída que ha tenido su imagen en las encuestas.
El ambiente de confrontación y la falta de acuerdos, es una arista que Santiago Creel fue incapaz de resolver. Muchos atribuyen al hoy aspirante a la Presidencia de la República, la falta de consensos para sacar adelante las reformas estructurales.
Al dejar el cargo de secretario de Gobernación, Santiago Creel cambió su lenguaje, ha iniciado su campaña con el apoyo de Vicente Fox. El día de ayer en entrevistas concedidas a los medios nacionales, el político hablaba con fervor de su gestión, y no dudaba en defenderse con pasión de los cuestionamientos de los comunicadores.
En su lugar llega Carlos Abascal, quien dentro del Gobierno foxista fue el titular de la Secretaría de Trabajo. Los retos para el nuevo encargado de la política interior son muchos, sobre todo cuando el ambiente político está condicionado por el proceso electoral de 2006. De ahí que el diálogo vaya a ser la principal herramienta del nuevo secretario de Gobernación. Por lo que es urgente que de Bucareli surjan los lazos y puentes de entendimiento, no sólo entre partidos, sino entre las demás fuerzas políticas y sociales del país, de las que depende la tranquilidad de la nación.
El reto de Carlos Abascal es despojarse de los intereses partidistas y personales, para ver por el bien de México. Su antecesor nunca pudo hacerlo, Santiago Creel siempre utilizó su cargo para construir su candidatura.
México necesita como nunca de un secretario de Gobernación eficiente, que promueva el diálogo y los acuerdos entre políticos, que promueva el respeto a los Derechos Humanos y a los medios de comunicación, además de crear las condiciones de seguridad que la sociedad reclama. El reto para Carlos Abascal no es fácil, ojalá por el bien de la nación el político sea capaz de entregar buenas cuentas al final de su gestión.
