La facultad discrecional del gobernador en turno para otorgar fiats notariales, constituye hoy la manzana de la discordia en el escenario político coa-huilense -y lagunero en especial-. Por un lado, el malestar del Colegio de Notarios de la entidad por el uso político de los fiats y la condena de la Iniciativa Privada por los procedimientos y los beneficiados; por el otro, la defensa de quien los otorga y quienes los reciben, así como el deslinde de quienes entienden que su opinión será utilizada de alguna u otra forma en los procesos para seleccionar candidatos en el Partido Acción Nacional.
Por el lado del blanquiazul, dos posturas dignas de analizar: Jorge Zermeño Infante prefiere no opinar respecto a los fiats notariales otorgados al alcalde, Guillermo Anaya y al diputado local, Jesús de León Tello, ya que asegura desconocer el caso y prefiere no erigirse en juez, de dos personas que aprecia mucho; sin embargo, reconoce la necesidad de que se norme la entrega de estas licencias a efecto de que se garantice al menos un examen a título de suficiencia y conforme a un procedimiento abierto y transparente. En cambio, el presidente del Comité Municipal panista, Reyes Flores Hurtado, dice que no le pega políticamente al partido el otorgamiento de los fiats notariales a Guillermo Anaya y Jesús de León “ya que son cosas personales y si acaso sólo les perjudica en su imagen a ellos, por sus aspiraciones políticas”.
Y en el centro y origen de la controversia, el gobernador, Enrique Martínez, sostiene que “un funcionario público que es abogado y que reúne los requisitos tiene el mismo derecho que un ciudadano que no es funcionario público y que reúne los requisitos; lo que pasa es que no es posible que se excluya a abogados simplemente porque son de otro partido. Aquí uno está como el del arito: si lo ensartas pierdes y si no lo ensartas también pierdes, es decir, si no hubiera habido nadie de otro partido se hubiera dicho que las Notarías se repartieron partidistamente y si haces un acto incluyente, de análisis serio, profundo, de los requisitos de quienes han solicitado y se hace un acto imparcial, de justicia, profesional, pues también está mal”.
Posturas van y vienen, pero lo cierto es que los famosos fiats se mantienen en calidad de “papa caliente” en el escenario político, básicamente lagunero y que pinta de color azul.
