Las obras para beneficio colectivo que se llevan a cabo a cargo del erario, esto es, con recursos que finalmente son de todos, deben ejecutarse con los más altos niveles de seguridad, óptima calidad en materiales, ingeniería de punta y, por supuesto, bajo una rigurosa supervisión que garantice que el presupuesto de funcionalidad y durabilidad se cumpla cabalmente. Resulta simplemente ofensivo que las autoridades -de cualquier nivel- “entreguen” a la ciudadanía obras de dudosa calidad y que presenten vicios ocultos.
Tienen razón los que hoy pugnan por un Reglamento o Ley de Obras Públicas que primero, eficientice y transparente los procesos y métodos de selección, licitación y/o asignación, así como los mecanismos de supervisión en todos y cada uno de los puntos o procesos que implique la obra, para eliminar deficiencias, abatir sospechas y sobre todo, impedir los acuerdos que finalmente se traducen en obras mal hechas y que se convierten en monumentos a la impunidad.
Hoy, el alcalde electo, José Ángel Pérez reconoce en el Distribuidor Vial Revolución y el Periférico, obras con deficiencias y por ello anuncia que intentará blindar su Administración “contra esas pifias que no son otra cosa que verle la cara a la ciudadanía”; asegura que se cuidará de las constructoras “quemadas”, que no hará obras sin una supervisión externa permanente y que tampoco hará contratos: “en lo oscurito ni con asignaciones fraccionadas para evitar licitaciones públicas, ni concesiones de servicios sin licitaciones y tendrá que estar al frente de la Dirección correspondiente alguien que sepa de la Ley, pero sobre todo con experiencia para que ni a él, ni mí, nos vean la cara”.
Y lo más importante, el alcalde electo señala que tanto el DVR como el Periférico son obras públicas que se hicieron bajo un esquema de mezcla de recursos, tanto el Gobierno del Estado como el Municipio y por lo tanto, las actuales autoridades deben dar cuenta antes de dejar el encargo, del estado en que las dejarán, “porque la ciudadanía tiene derecho a una explicación veraz y comprobable”. Y tiene razón, faltan muchas respuestas y se deben proporcionar en tiempo y forma.