Otra vez, los de afuera, vienen a decir lo que todos los que estamos dentro sabemos: México es un país rico en recursos naturales, lleno de personas pobres. Según el estudio el Banco Mundial (BM), Pueblos indígenas, pobreza y desarrollo humano en América Latina 1994-2004, en nuestro país poco menos del 47 por ciento de población vive en condiciones de pobreza; el once por ciento de los mexicanos son indígenas y entre ello, la tasa de marginación se eleva al 90 por ciento.
Las autoridades tendrán una lectura optimista de los datos que proporciona el organismo internacional, ya que la pobreza en términos generales pasó del 49.1 por ciento al 46.7 por ciento en ese lapso de diez años, mientras que entre la población indígena, pasó de 90 por ciento a 89.7 por ciento. La pobreza en México está disminuyendo, una gran afirmación que se puede anticipar en boca del presidente Fox o algún funcionario de primer nivel en el Gabinete del Cambio.
Sin embargo los datos no son tan alentadores, sobre todo para el sector que resulta el más débil entre los marginados: “La población indígena mexicana supone el once por ciento del total del país, y se caracteriza por vivir en núcleos predominantemente rurales y en comunidades con menos de 15 mil habitantes; tienen menos acceso a la educación y una tasa de analfabetismo de 24.6 por ciento, en comparación con 6.4 por ciento de las personas no indígenas. Además, ese grupo de población vive cuatro años menos que el resto y tiene menos acceso a servicios básicos como el agua potable.
Qué difícil resulta que tal panorama pueda ser considerado como positivo por alguna autoridad, sobre todo si se toma en cuenta que los mexicanos pobres están cada día más rezagados respecto a las exigencias en materia de educación y acceso a satisfactores básicos que plantea un mundo globalizado.
Otra vez, desde afuera, nos vienen a decir lo que todos sabemos, pero lo más grave del asunto es que no hay elementos en el actual panorama, que permitan la esperanza de que estas condiciones cambien en un futuro cercano.
