EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Nuestro Concepto

Bonos de marcha

Los alcaldes, funcionarios de primer nivel, síndicos y regidores, sacrifican tanto de su vida personal y familiar en aras del bienestar comunitario, que, según la visión de los que nos gobiernan, justo resulta que al terminar la encomienda, reciban una compensación, sustancial (jugosa, las más de las veces). Usted podrá cuestionar el que, finalmente con su dinero -el que sale de sus bolsillos vía impuestos- estos sacrificados siervos de la nación, sumen a su cuenta personal, además de su salario (igualmente jugoso), prestaciones y gastos de representación, un dinero extra como muestra de la gratitud de la ciudadanía por el buen trabajo desempeñado, pero sus cuestionamientos e incluso malestar poco importan, ya que los recursos fueron presupuestados y pocos, tal vez ninguno de los beneficiarios, tendrá las fuerzas y entereza necesarias para rechazar ese llamado bono de marcha.

No faltará, sin duda, quien advierta que hacer bien las cosas es precisamente para lo que están ahí, en esas oficinas de la estructura administrativa municipal; tampoco faltará quien señale con el dedo índice esos amarillentos y empolvados recortes de periódico que consignaban aquellos compromisos de campaña, en donde los aspirantes y sus equipos cercanos -entonces deseosos del favor popular- aseguraban a los cuatro vientos que su intención no era otra, que la de servir en cuerpo y alma a los más altos intereses de la ciudadanía. Según los discursos, es la vocación de servicio y nada más, lo que mueve a quien aspira a un cargo de elección popular; sus equipos cercanos de colaboradores se suman entusiastas a la mística de trabajo y compromiso social y ahora, al final de la administración, ese fervor casi religioso por contribuir al progreso y desarrollo municipal, debe ser recompensado.

En San Pedro, los integrantes de Cabildo ya recibieron el equivalente al 50 por ciento del bono de marcha; se repartieron 800 mil pesos y en diciembre habrán de completar la suma de un millón 600 mil pesos como compensación al trabajo realizado (y ya pagado). En otros municipios de la Comarca Lagunera se hará lo propio y en algunos más, se esperarán hasta diciembre para inyectar ese flujo de efectivo a sus cuentas personales y así poder superar con éxito los gastos de la temporada. Quien pondere hoy la congruencia y la sensibilidad social en un contexto económico tan difícil, tendrá que voltear la mirada a un lugar distinto a los orgullosos y trabajadores cabildos.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 161613

elsiglo.mx