Levedad
El escritor checoslovaco, Milan Kundera, retrató a la perfección esa sensación de vacío que deja la ausencia de responsabilidad y futilidad de las relaciones interpersonales y amorosas en su libro ?La insoportable levedad del ser?. Todo pareciera caminar hacia lo ?light?, hacia los terrenos en donde las palabras y compromisos pierden su fuerza y seriedad. Algo similar -toda proporción guardada- sucede en la relación bilateral México-Estadios Unidos, o al menos en esa parte que tiene que ver con los mensajes y posturas que van y vienen de parte de funcionarios de primer nivel en ambos lados del río Bravo.
El gran tema hoy en la agenda es la seguridad. Los gobernadores de Nuevo México y Arizona declaran estado de emergencia en los condados fronterizos ante la oleada de narcoviolencia y falta de garantías de este lado; el embajador Tony Garza reconoce en el cierre temporal del consulado en Nuevo Laredo una suerte de castigo a nuestro país por los escasos e infructuosos esfuerzos por combatir al crimen organizado. Y aún así, el vocero de la Presidencia, el ahora ex doctor Rubén Aguilar asegura que no hay tensión entre ambas naciones.
No hay tensión, dice el hombre que representa el sentir de la Presidencia de la República, pero la Secretaría de Relaciones Exteriores manifiesta su ?preocupación por los comentarios del texano de ascendencia mexicana y de apellido Garza y además, tiene a bien precisar que ?no han sido bien recibidos?. Casi en forma simultánea, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se pronunció por pedir a Fox ?respuestas más contundentes? y a la vez expresar la preocupación de los mexicanos por la creciente demanda y consumo de drogas en Estados Unidos y el aumento en el tráfico de armas que llegan desde suelo vecino para armar a los cárteles mexicanos.
No hay tensión... sólo juegos malabares que intentan disfrazar el problema cada vez más complejo, que requiere en primera instancia mayor compromiso y seriedad y menos discursos ?insoportablemente leves?.
