El DVR
Es tan claro, que no queda otra opción que reconocerlo. El Distribuidor Vial Revolución, la magna obra de la actual Administración estatal, nació con problemas de diseño, de estructura y hasta de calidad de materiales y ante la evidencia, la Secretaría de Urbanismo y Obras Públicas, a cargo de Jorge Viesca, se ha limitado a ejecutar ?parches?. Pero todo parece indicar que será cuestión de meses para que las cosas cambien.
Sin arrogancias y mucho menos la pretenciosa y estéril colocación de medallitas, El Siglo de Torreón ha dado cuenta en sus páginas de los problemas en la ejecución de la obra que finalmente la alejaron de su diseño original, así como de los problemas estructurales que derivan en la sistemática pérdida en los peraltes. Posteriormente, el estudio llevado a cabo a instancias de las autoridades municipales por el Instituto Nacional del Cemento y el Concreto, confirma riesgos graves de colapso en una obra que sería ser orgullo de los laguneros y coahuilenses todos.
Hoy, el gobernador electo, asume un compromiso sin ambigüedades, el solucionar de fondo y hacer todo lo que se tenga que hacer para rescatar una obra costosa y monumental. Humberto Moreira se manifiesta enemigo de los parches y reconoce que el famoso DVR necesita cirugía mayor. Recuerda que en el caso del puente Otilio González se tuvo que llegar a la reconstrucción: ?fue una decisión drástica que ojalá nunca hubiéramos tenido que tomar; si alguien es testigo de que cuando se toma una decisión de fondo, obtienes una solución definitiva, soy yo. Insisto en el caso del Distribuidor Vial Revolución, estoy en contra de los parches, por lo que se requiere una cirugía mayor?.
Y es tan claro, que nunca debió manipularse la información ?oficial? y mucho menos dar largas a un problema evidente. El secretario Viesca prefirió los ?parches? en el arrebato incomprensible de negarse a aceptar que se cometió un error. Vienen nuevas autoridades, con una visión más clara de las cosas y sobre todo, sin temor a tomar las decisiones que se deben tomar.