Un amparo obligó al Ayuntamiento a conceder una licencia de venta de bebidas de contenido alcohólico, en el fraccionamiento Acereros, a una persona que operaba con ventana clandestina; sin embargo, la falta de pruebas por parte del Municipio en pasadas administraciones obligó al Poder Judicial de la Federación a este ordenamiento legal.
Ayer en sesión de Cabildo se autorizó el dictamen a Guadalupe López Ramírez, quien tiene su domicilio en la calle Tahuehueto número 219 del citado fraccionamiento.
Según el subsecretario Jurídico del Ayuntamiento, Ernesto Aguilar, el asunto data desde 1999, hace dos administraciones municipales, cuando Guadalupe López se amparó por primera vez ante la negación de una licencia de las mismas características, pues según la Coordinación de Inspección Municipal había detectado la venta clandestina de alcohol.
Posteriormente solicitó la licencia y se le negó nuevamente en el 2000, pero insistentemente se volvió a ordenar por amparo la inexistencia del resolutivo de la Comisión de Actividades Económicas.
Una vez que lo solicitó otra vez, en el 2001 existió otro amparo que por tercera ocasión volvió a declarar insubsistente el dictamen del Ayuntamiento en cuanto a la negación del permiso.
En el 2004 el Municipio negó la licencia pero finalmente en abril del 2005, el Poder Judicial de la Federación ordenó al Ayuntamiento otorgar la licencia para la venta de cerveza. El departamento jurídico inició el procedimiento de revisión, pero la sentencia fue confirmada tal cual.
Ernesto Aguilar comentó que el motivo por el que no se daba el permiso a la solicitante es porque desde las pasadas administraciones se indicaba que esta persona operaba con una ventana clandestina; sin embargo, el error del área jurídica en aquel tiempo fue que no tuvo la capacidad de aportar pruebas, motivo por el que siempre los amparos surtieron efecto.
Para que se otorgue la licencia, la solicitante deberá pagar los derechos de la misma y hacer los trámites correspondientes.