Por varias horas, decenas de conductores sufrieron para ingresar a la ciudad
EL SIGLO DE TORREÓN
SAN PEDRO, COAH.- Por espacio de varias horas que se prolongó toda la mañana, permaneció obstruido el acceso principal a esta ciudad, debido a los trabajos de introducción de tubería para agua potable que se realizaban con motivo de la próxima apertura de un centro comercial.
Decenas de conductores se vieron en la necesidad de tomar la desviación que indicaban los agentes de Tránsito y Vialidad, que desde temprana hora de ayer, fueron asignados para ello, uno por la carretera Torreón-San Pedro, frente a las instalaciones el Conalep; otro más, kilómetros atrás de dicho plantel educativo por donde tenían que pasar quienes se dirigían a San Pedro.
A regañadientes, los choferes de automóviles, unidades de carga o de pasajeros, tenían que acatar las indicaciones del elemento de Tránsito, quien entre dientes maldecía su fortuna por haber sido asignado a ese lugar expuesto a los inclementes rayos solares.
Resignados, los conductores enfilaron uno tras otro por el camino señalado que se prolongó por alrededor de unos seis kilómetros para ir a salir por la colonia San Isidro, en donde en sentido opuesto, guiados por una patrulla de Tránsito y Vialidad, iban en fila tres enormes tráileres con sus respectivos cargamentos, sorteando por las estrechas callejuelas del populoso sector, los baches y algunos ciclistas despistados que pretendían adueñarse de la calle.
Las labores para abrir el pavimento por donde se instalaría la tubería que dotará de agua potable al moderno centro comercial que se construye a la entrada de San Pedro y que abrirá sus puertas el próximo uno de diciembre, dieron inicio desde temprana hora.
En un principio, comentaron algunos vecinos, se abrió el carril de salida, sin embargo y sin previo aviso, continuaron con el carril de entrada a la ciudad, por lo que se desquició el tráfico vehicular que desde la mañana resulta incesante en dicha arteria.
Cerca de cinco horas después de haber dado comienzo con esos trabajos, a la una de la tarde, los vehículos empezaron a circular por un lado de las excavaciones, mientras el tripulante de la máquina que abría el pavimento, se ocupaba de ingerir sus alimentos.