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MÉXICO, DF.- Keane, considerado uno de los grupos juveniles británicos más notables del momento, ofreció un concierto pop melancólico y melódico en el Auditorio Nacional, ante nueve mil personas. El trío británico que ha vendido cuatro millones de copias en el mundo con su álbum debut Hopes & fears, llegó a la Ciudad de México a deleitar a sus seguidores.
Casi a las 22:00 horas del martes, aparecieron en escena los integrantes de Keane: Tom Chaplin (vocalista), Tim Rice-Oxley (pianista) y Richard Hughes (baterista), vestidos de manera informal para interpretar los éxitos de su disco debut Hopes & Fears.
Sus fans mexicanos no dejaban de aplaudir y corear los temas de este reciente material, que salió a la venta en 2004, Somwhere Only we Know, A Heart to Hold You, This is the Last Time y Everybody?s Changing.
Keane demostró que sabe pronunciar algunas frases en español como: ?Hola México?, ?¿Cómo están??, ?Muchas gracias? y continuar deleitando a sus seguidores con Bedshaped, Bend & Break, Untitled 1, We Might as Well be Strangers, Your Eyes Open. Así como She Has no Time, Can?t stop Now,Sunshine y On a Day Like Today.
En la actuación de Keane que duró escasamente una hora, tuvo como grupo abridor al estadunindense The Bravery, quien con su mezcla de post-punk y dance-rock prendió a todos los asistentes, inclusive más que el comandado por Tom Chaplin.
El festín musical dio inicio con algunos éxitos como An honest mistake, con la canción que se dio a conocer mundialmente e interpretar No brakes, Out of Line y Undconditional, entre otras. Los integrantes de The Bravery se subieron a cantar y tocar arriba de las bocinas, por los que los gritos ensordecedores no se hicieron esperar para terminar su actuación a las 21:30 horas.
Conviven con sus seguidores
Previo a su concierto el conjunto británico Keane, ofreció una firma de autógrafos en una conocida tienda de discos de Polanco, donde un centenar de seguidores se dieron cita con la esperanza de estar con sus ídolos.
Tom Chaplin (voz), junto con Tim Rice-Oxley (piano), Richard Hugues (batería), con un español limitado, aguardaban en la mesa para recibir a sus fans con un ?Hola, qué tal? o ?gracias?. En perfecto orden y sin mayores contratiempos comenzó la firma que resaltó por la pasividad de los fans, quienes de dos en dos pasaban por una firma y se retiraban, algunos incluso habían llegado desde las seis de la mañana.
Por casi dos horas, la gente se tomó algunas fotos y obtuvo un autógrafo en su disco Hopes and Fears. Ninguna persona llevó algún otro objeto.
