Realizará la paraestatal ubn programa para atender los daños en la zona afectada
SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Luis Ramírez Corzo, director general de Pemex ofreció una disculpa a las autoridades veracruzanas por el derrame de cinco mil 14 barriles de crudo el 22 de diciembre pasado y ofreció indemnizar a todos los afectados por este desastre en el que resultaron dañados más de 200 pescadores y 250 viviendas.
Ayer, autoridades de Petróleos Mexicanos (Pemex), del Ejército, de la Marina, de Medio Ambiente a nivel federal y del Gobierno de Veracruz, sostuvieron una reunión en la que se evaluaron los trabajos realizados por la paraestatal para limpiar el río Coatzacoalcos que fue afectado por el derrame de combustible.
En esta oportunidad, las autoridades se comprometieron a indemnizar bienes y remediar los impactos ambientales provocados en este accidente y se informó la realización de una auditoría independiente que investigue y deslinde responsabilidades de funcionarios, técnicos y trabajadores responsables del mismo.
Asimismo, se informó de la realización de un programa que atenderá la parte social de acuerdo con un estudio que tiene a su cargo la Universidad Veracruzana.
?Contamina? crudo
venta de pescado
Eusebia Ocaña Torroco toma de su puesto de pescado un ejemplar alargado y de buen ver. Ella está segura que no está contaminado porque lo compra a sus competidores desleales, los mismos que traen su producto desde Tabasco y Campeche hasta la ribera de Coatzacoalcos.
¿A qué sabe un pescado contaminado?, se le pregunta. Esboza una sonrisa y dice: ?No me lo han dicho. Hasta hoy, ninguno de mis clientes se ha quejado que le haya vendido un pescado con petróleo?.
Empero, la secretaria general del mercado de mariscos de Rivera del Río, asentado a la orilla del río Coatzacoalcos, agrega que la pérdida de ventas ha sido casi total. Éstas se desplomaron hasta 90 por ciento y ella se ha unido a los pescadores (sus proveedores) para exigir una indemnización a Pemex, ?la empresa de todos los mexicanos?, dice.
A este lugar llega con cubeta en mano Julio Inés Rosas, un pescador ribereño. Muestra los 12 kilos de pescado gallego que capturó ayer y que le fueron devueltos por estar contaminados. Dice que el sabor se capta en cuanto uno lo prueba, pese a que se le condimenta. Así, en esta ocasión, con sus 12 kilos de pescado, perdió 300 pesos que nadie le compensará, narra.
Julio ha sido testigo de la forma en que Petróleos Mexicanos está resolviendo el problema de la contaminación en el río Coatzacoalcos. Ha visto, asegura, cómo las empresas contratadas por la paraestatal para limpiar la evidencia arrojan un líquido al agua contaminada y el chapopote va a parar al fondo del río.
Hay quien le aconseja buscar el apoyo de Petróleos Mexicanos, que está repartiendo dos mil 800 pesos semanales a quienes registran pérdidas por sus ventas de pescado. Pero responde en seguida: ?No me gusta trabajar con ellos por el líquido que están arrojando al agua. Es una contaminación muy grande que ya nos está perjudicando y nos va a afectar más con el tiempo. Creo que voy a tener que buscar tierra? (trabajar como obrero o vendedor en la ciudad), dice.
La ventaja de Julio Inés Rosas, a diferencia de otros pescadores como él, es que sí sabe leer y escribir.
Asegura tener habilidad para lavar fierro y hacer limpieza. Todo es bueno, señala, siempre y cuando obtenga, por lo menos, 80 pesos diarios para mantener a su familia de cinco integrantes, entre ellos, una bebé de cuatro meses.