Miami (EU), (EFE).- El conquistador español Juan Ponce de León descubrió Florida mientras buscaba la codiciada fuente de la eterna juventud y, quinientos años después, algunos médicos ofrecen la llamada medicina antienvejecimiento.
Armados con las técnicas más avanzadas, los médicos y científicos analizan al detalle los factores biológicos y psicológicos que marcan la ruta hacia la vejez para determinar los tratamientos que permitan tener una mayor calidad de vida.
El avance de la edad es atacado en dos frentes: la prevención de enfermedades y la mejora de los síntomas que aparecen con la disminución de las hormonas, como el cansancio físico, la pérdida de la líbido, de la memoria, el aumento de peso, la depresión y la pérdida de masa muscular y ósea.
"Al concluir la edad reproductiva, fundamentalmente, las hormonas empiezan a disminuir y comienzan los problemas. Se sabe que envejecemos porque perdemos las hormonas", explicó a EFE el doctor Juan Remos, médico internista especializado en medicina antienvejecimiento.
El facultativo, de origen cubano criado en España, y su colega puertorriqueño Luis Álvarez, dirigen una clínica de medicina antienvejecimiento que, según ellos mismos afirman, es el primer centro integral de esta especialidad en Miami (Florida).
Álvarez destacó que aunque se vive más, gracias a los avances médicos, "el problema es que las personas están viviendo con menor calidad de vida".
Una disminución en el consumo de antioxidantes y estar expuestos a altos niveles de estrés son dos de los factores que inciden en ese proceso.
Remos, por su parte, apuntó que con el paso de los años el sistema inmunológico "se desincroniza con la edad, entonces es más susceptible a infecciones", mientras que el ADN "se daña y se muta por los radicales libres y cuando ello sucede se producen enfermedades como el cáncer, por ejemplo".
"Sabemos que muchas de las sustancias antioxidantes hormonales que usamos ayudan a que ese sistema tenga de nuevo esa sintonía", aseguró.
Aquí es donde entra en acción la medicina antiedad, combinando la alimentación, el equilibrio hormonal, el control del estrés y el ejercicio físico.
Uno de los componentes del tratamiento es la hormona de crecimiento que ayuda a aumentar los niveles de energía, reduce la fatiga y el estrés y aumenta la líbido, entre otros beneficios, de acuerdo con los médicos.
No necesariamente hay que esperar a tener una edad muy avanzada para acudir a este tipo de medicina, según los especialistas.
Hay que tener en cuenta el momento en que se produce el descenso de las hormonas: en las mujeres entre los 45 y 50 años, "la pérdida es radical y absoluta", mientras que en el hombre es más paulatino y comienza después de los 35 años.
Pero las personas con 70 años también pueden ser tratadas y los médicos prometen hacerlas sentir "como cuando tenían 50 años".
"No se trata de añadir más años sino de vivirlos intensamente. El concepto es de rejuvenecimiento interno", expresó Remos.
Para ello someten a los pacientes a un análisis de sangre, a una prueba muy avanzada que mide las cantidades intracelulares de todas sus vitaminas, antioxidantes y minerales e indica cuál es la función antioxidante de su organismo.
También determinan la llamada edad biológica, con la que está funcionando su cuerpo, para disociarla de la edad cronológica: una persona puede tener 61 años de edad y su cuerpo funcionar como si fuera de 67 años.
Pero no todos los médicos están convencidos de que esta fuente de juventud interna logre detener el paso del tiempo.
Algunos recomiendan evaluar los posibles riesgos, comenzando por los elevados costos: unos dos mil dólares la consulta inicial con los exámenes médicos, sin incluir el tratamiento con suplementos vitamínicos y hormonales.
