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MÉXICO, DF.- El nuncio apostólico en México, Giuseppe Bertello, el arzobispo Alberto Suárez Inda y 16 obispos del país encabezaron ayer en la Basílica de Guadalupe una misa solemne, para honrar el comienzo oficial del Papado de Benedicto XVI.
La eucaristía fue presidida por el representante del Vaticano en México y concelebrada por el vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Alberto Suárez Inda, quien en su homilía dijo que el nombramiento de Benedicto XVI es una bendición y un regalo de Dios.
?Nos ha sorprendido la rapidez de la elección. Damos gracias por lo que significa este consenso, esta manifestación clara, contundente de la voluntad de Dios para su Iglesia?, destacó el también arzobispo de Morelia.
En la celebración, a la que también asistió el cardenal arzobispo emérito de la Ciudad de México, Ernesto Corripio Ahumada, indicó que los electores son hombres de fe y, fueron acompañados en su decisión por la plegaria de toda la Iglesia. El Cónclave no ha sido entonces, asunto de unos cuantos.
Al referirse de las cualidades del antes cardenal Joseph Ratzinger, el prelado destacó su humildad, sencillez, austeridad, rectitud, bondad y sabiduría. Al leer testimonios de gente cercana a Benedicto XVI, ?se van desvaneciendo muy pronto los prejuicios y los clichés con los que se le había etiquetado?.
El arzobispo de Morelia ejemplificó que como los primeros 12 apóstoles buscaban a hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría para encomendarles el ministerio de la comunidad, ?el criterio en el Cónclave fue semejante?.
Ante un recinto lleno en su totalidad, Suárez Inda puntualizó el compromiso de los obispos por mantener y fortalecer su comunión con el Papa. ?Levantemos con Pedro la Iglesia de Cristo, vivamos la comunidad abriendo nuestro espíritu a la verdad y cooperando con amor fraterno?, exhortó.
Durante el mensaje final, el nuncio apostólico agradeció la presencia de los jerarcas católicos de diversas partes del país y aseguró que esta celebración es una manera simbólica de representar la unión de la Iglesia en torno al Sumo Pontífice.
Finalmente, pidió a los creyentes que sigan mostrando el amor por el Santo Padre que siempre los ha caracterizado, ahora de manera especial por Benedicto XVI.
