Los ejidatarios no tienen acceso ni a las aguas del Río Tunal; las autoridades lo impiden
El Tunal, Dgo.- Desde hace 43 años los prductores de El Durazno esperan la indemnización de más de 100 hectáreas que la Federación les expropió para la construcción de la Presa Guadalupe Victoria, dijo Alicia Venegas Ayala, ejidataria del lugar, tras señalar que esa obra en nada los benefició.
Las tierras agrícolas y huertos quedaron bajo más de 80 millones de metros cúbicos de agua; los afectados fueron reubicados en la parte alta, al pie de las montañas, manteniendo el mismo nombre de El Durazno.
Desde 1962 cuando el entonces presidente de México Adolfo López Mateos inauguró la presa, los campesinos exigieron el pago de sus tierras, pero al parecer la Comisión Nacional del Agua presta oídos sordos.
Los ejidatarios no se han quedado de brazos cruzados ante la situación, siguen exigiendo solución al Gobierno Federal; incluso, desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, a la fecha, han enviado oficios para ser escuchados, pero en respuesta les hacen saber que la CNA debe pagar las indemnizaciones.
SIN BENEFICIO
Comentó el ejidatario Emiliano Soriano Muñoz que la construcción de la presa, lejos de traer beneficios, perjudicó a los habitantes de El Durazno, ya que los ejidatarios no aprovechan el agua, ni siquiera tienen acceso a las corrientes del Río Tunal.
La CNA les dice que no tienen derecho a regar sus tierras, argumentando que no tienen las hectáreas suficientes para obtener este beneficio; por el contrario, han recibido amenazas de los funcionarios de esa dependencia federal en el sentido de que si usan el vital líquido serán multados y les decomisarán las motobombas.
Mostró a El Siglo de Durango el lugar donde existía una represa, construida desde el siglo XIX con la que se podían regar los cultivos de maíz y hortalizas, pero en 1967 fue destruida, dejando sin riego más de 50 hectáreas que ahora dependen del temporal.
Emiliano, de 69 años, tiene seis hectáreas de temporal, cultiva maíz en las cercanías del río, mismas que por la irregularidada de las lluvias en esta temporada corren el riesgo de perderse.
La población de El Durazno es de 750 habitantes, la mayoría de ellos no vivió en el antiguo poblado, pero se solidarizan con los ejidatarios para que les paguen las tierras que les expropiaron hace más de 40 años y que hasta el momento las autoridades evaden, tratan de dejar ese caso en el olvido.
NOTA COMPLEMENTARIA
Añoranza
Emiliano, a paso lento pero seguro, guía a los reporteros a lugares como el pozo que quedó inhabilitado por tener arsénico, así como al sitio donde una vez estuvo la represa que regaba los cultivos como también abastecía del vital líquido a la extinta fábrica de hilados La Providencia.
Señala que vive a solas con su esposa, la mayoría de sus 12 hijos radican en Cabo San Lucas, Baja California Sur, y de lo que él envía puede sostenerse, pues la agricultura dejó de ser negocio y ahora con las limitaciones de agua es peor.
Emiliano nació en el antiguo poblado El Durazno, y a su ver todo cambio; la abundancia en cultivos y frutas sólo quedó en el recuerdo. Otros son los que se benefician con las aguas de la presa; ahora para cultivar la tierra los habitantes de este poblado tienen que viajar media hora en burro en el lugar conocido como La Manga, tal como también lo comentó Javier Ríos Robles.
Otra alternativa
El turismo es una alternativa que los habitantes de El Durazno quieren aprovechar, ya que sería una fuente importante de ingresos, para la gente que se dedica al comercio y a la venta de alimentos, comentaron Alicia Venegas Ayala y Emiliano Soriano Muñoz.
?Se requiere que rehabiliten los caminos y den promoción a los atractivos con los que cuenta el ejido, para que sea más atractivo para los paseantes?, dijo, tras señalar algunos parajes a orillas del Tunal, así como la misma Presa Guadalupe Victoria.
Asimismo, agregó que hace falta crear conciencia en las personas para conservar limpio y en buenas condiciones el lugar, ya que la mayoría de los visitantes tiran la basura en el río, situación que afecta en gran medida al medio ambiente y deteriora los paisajes, les resta atractivo.
?Queremos que la gente venga pero también que sea razonable con el cuidado del medio ambiente y evitar el tiradero de botellas, latas, plásticos y otros sólidos que estropean el entorno?, finalizó.