La acción contra Abbas fue reivindicada por miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, ala armada del movimiento oficial Al Fatah.
Jerusalén, (Notimex).- El presidente palestino Mahmoud Abbas (Abu Mazen), ordenó hoy una redada de militantes en Gaza y Cisjordania tras el ataque armado contra sus oficinas, registrado a casi dos semanas que 13 grupos acordaron extender el tiempo de calma.
"El presidente Mahmoud Abbas emitió una orden para prevenir cualquier violación de seguridad y causar daños a la propiedad de los ciudadanos. Se desplegaron más unidades de seguridad para impedir más ataques", indicó un vocero de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
La orden de Abbas fue dada a conocer este jueves, luego de que la pasada noche unos 15 militantes abrieron fuego contra sus oficinas en la ciudad cisjordana de Ramallah, cuando destruyeron también a su paso varios comercios y restaurantes.
Tras el ataque, que no dejó víctimas ni causó daños a Abbas pese a que éste se encontraba en sus oficinas en ese momento, el presidente se reunió con funcionarios de seguridad a quienes ordenó llevar a cabo una redada contra militantes, según la prensa local.
Abbas ordenó también reforzar el control con el despliegue de más unidades de seguridad, aunque se desconoce en cuántas ciudades entraría en vigor dicha medida, así como el pago de indemnizaciones a los dueños de los comercios afectados por los activistas.
La acción contra Abbas fue reivindicada por algunos miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, ala armada del movimiento oficial Al Fatah, en respuesta a la expulsión de seis activistas de la muqata (cuartel), del fallecido presidente Yasser Arafat.
Arafat albergaba en su muqata a varios activistas para evitar que fueran capturados por Israel, pero ahora las oficinas pertenecen a Abbas, quien se ha comprometido con el gobierno del primer ministro israelí Ariel Sharon a intentar mantener la calma en la región.
Un alto funcionario palestino confirmó que se había pedido a los militantes que se encontraban en la muqata entregar sus armas o retirarse del complejo, ya que "estaban implicados en secuestros, extorsiones y lesiones con armas de fuego a terceros".
La fuente indicó que antes de ser expulsados de la muqata, "se les advirtió varias veces que abandonaran ese comportamiento y acciones", pero que pasaron por alto las indicaciones, de acuerdo con el reporte oficial.
Otro funcionario palestino advirtió que "se están considerando medidas duras contra ellos (los militantes). Cruzaron la línea roja.
Atacaron las oficinas presidenciales. Están desafiando a la Autoridad Palestina y tendremos que tomar medidas duras, o extenderán el caos".
Por su parte, un vocero de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa rechazó esta tarde la presunta implicación de su facción en el ataque contra Abbas y dijo que quienes lo realizaron "son criminales que deberían de estar en la cárcel".
La agrupación antes citada, y que al parecer habría reivindicado el ataque contra el inmueble gubernamental, se encuentra entre las 13 facciones armadas que se comprometieron a extender el periodo de calma hasta fines de año a cambio de que Israel no lance operaciones.