LOS MISERABLES
Madrugan y zozobran
y arañan la vida,
rechazos reciben
por toda comida.
Y piden y piden
y a veces exigen,
extienden las manos
y envidian y envidian.
¡Pobres indigentes!,
hijos del deseo,
víctimas de gentes,
pecados de todos.
Exceso de nadie
escoria y poleo
¡no tienen valores,
ni clase ni nada!...
¿Por culpa de quién?
Del libro:
En el Alarido de lo Inmarcesible.